(Siglo XVIII)
A pesar de que el primer museo francés nació después de la Revolución, en 1793, la colección de Besancon tiene una historia que se remonta a 1694, cuando el abad Jean – Baptiste Boisot legó su colección a los monjes benedectinos, con la única condición de que se pusiera a disposición del público en general, bajo el control del Gobierno y de los religiosos de la ciudad.
Era un compendio de obras de arte y libros; éstos pertenecían al importante político de la época Nicolas Perrenot de Granvelle (1486 – 1550) y a sus hijos. La muestra fue visitada asiduamente durante todo el siglo XVIII en la abadía de Saint – Vicent.
Desde 1843, se volvió pública y se instaló en un edificio diseñado por el arquitecto Marnotte (1797 – 1882). En 1849, nació el Museo Arqueológico y se instaló en ese mismo lugar.
Durante todo el siglo XX, el museo recibió múltiples donaciones y adquirió nuevos elementos que enriquecieron la muestra, haciendo de él uno de los más antiguos e interesantes del mundo, ya que contiene piezas de pintura, arte gráfico, escultura y arqueología de todos los tiempos y escuelas. El museo es considerado como la mayor herencia cultural de la ciudad de Besancon.
Fuente: Almanaque Mundial 2015, Editorial Televisa.
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