Juegos Píticos.
Tenían lugar en Delfos, cada cuatro años, en honor de Apolo. Originalmente eran concursos de flauta, lira y canto, después se agregaron las pruebas físicas. En sus inicios reconocían a los ganadores con una suma de dinero, luego con ramas de roble y finalmente con una corona de laurel.
Juegos Nemeos.
Se llevaban a cabo en una pradera donde, según
la mitología, habían pastado los bueyes sagrados. Celebraban la victoria de
Hércules sobre un temible león del bosque cercano. Las justas eran cada tres
años. Reconocían a los ganadores con coronas de mirto.
Juegos Ístmicos.
El escenario era el istmo de Corintio y se
hacían en honor de Poseidón, el dios del mar. Incluían los mismos ejercicios de
Olimpia, así como certámenes de poesía y música. Reconocían a los ganadores con
coronas de pino.
Muy Interesante – “Gran Libro de las Olimpiadas. De Atenas 1896 a Beijing 2008”, Ed. Televisa, p. 8.
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