Suecia.
Como recompensa a toda una carrera entregada al equipo, seguramente nada puede ser mejor una gigantesca manta con tu nombre y tu rostro estoico en ella, ¿Cierto?
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...