- Mira tío, ya nacieron los rábanos.
Las plantitas empezaban a salir.
Todas las mañanas iba yo a regarlas.
- Mira tío, ya nacieron los rábanos.
Las plantitas empezaban a salir.
Todas las mañanas iba yo a regarlas.
Si camino paso a paso hasta el recuerdo más hondo, caigo en la húmeda barranca de Toistona, bordeada de helechos y de musgo entrañable. Allí...