El caudillismo. La institucionalización de la Revolución.
La estabilidad política.
El 1° de Septiembre de 1928, Plutarco Elías Calles leyó su último informe presidencial y en él mencionó el asesinato de Álvaro Obregón, sucedido en Julio del mismo año. Se refirió a Obregón como al último de los caudillos de la Revolución y planteó la necesidad de crear organismos políticos que representaran a los diversos grupos revolucionarios para, a través de ellos, nombrar democráticamente a los gobernantes, porque ya no era posible que los individuos se convirtieran en piezas claves del poder.