No puedo enviarte ni una flor de esta guirnalda de primavera, ni un solo rayo de oro de esa nube remota.
Abre tus puertas y mira a lo lejos.
En tu florido jardín recoge los perfumados recuerdos de las flores, hoy marchitas, de hace cien años.
Abre tus puertas y mira a lo lejos.
En tu florido jardín recoge los perfumados recuerdos de las flores, hoy marchitas, de hace cien años.
El Sol salió más temprano esta mañana.
Ya no hace frío. El aire está perfumado.
Muchas flores asoman sus cabecitas de colores.
El Hijo Eterno es el eterno Verbo de Dios. El Hijo Eterno es la expresión perfecta del “primer” pensamiento absoluto e infinito de su Padre ...