Madre mía, cuando me muera,
entiérrame junto a tu hoguera
y cuando vayas a hacer tus tortillas,
allí, llora por mí.
Madre mía, cuando me muera,
entiérrame junto a tu hoguera
y cuando vayas a hacer tus tortillas,
allí, llora por mí.
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...