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25 Efemérides para compartir V

En esta ocasión se comparte otra entrega de efemérides random, donde diferentes eventos, sucesos y pasajes históricos se rememoran, como se puede contemplar a continuación.

Gabriela Mistral-Silueta de Sor Juana Inés de la Cruz

En esta ocasión, como parte de los textos escaneados que se comparten en este sitio, es turno de compartir un texto en el que en un cuadro se describe la silueta de Juana de Asbaje, mejor conocida como Sor Juana Inés de la Cruz.

25 Datos Históricos en General VII

 

1

Luis Barragán Morfín fue uno de los arquitectos mexicanos más importantes del siglo XX. La casa-estudio Luis Barragán, que se encuentra en la Ciudad de México, es una de sus obras más importantes.

2

En la Parroquia de Chimalhuacán - Chalco, al otro lado de las montañas septentrionales, recibió Sor Juana Inés de la Cruz las aguas bautismales

3

La ópera se originó en Italia durante el Renacimiento. Surgió por la inquietud de varios artistas, como poetas y músicos, de retomar el teatro griego, en el cual existía un coro y los diálogos se decían con una entonación cercana al canto.

4

Sor Juana Inés de la Cruz pasó los años de su infancia en la hacienda de Panoayan, muy cerca del pueblo de Amecameca.

5

Durante los siglos XVI, XVII y XIX los ejecutantes de ópera desarrollaron técnicas muy depuradas y exigentes para cantar, que aún se utilizan.

6

La Hacienda de Panoayan, cercana a Amecameca, aún se conserva en pie. Sor Juana Inés de la Cruz vivió ahí 5 años de su infancia.

7

En el siglo XX la ópera se vio influida por música popular y en algunos casos derivó en la ópera - rock, en la cual las exigencias vocales son muy distintas a las tradicionales.

8

La Real y Pontificia Universidad de México, fue fundada en el año 1553 en la Ciudad de México.

9

El duranguense Silvestre Revueltas es considerado por varios compositores, instrumentalistas y melómanos como el mejor compositor mexicano del siglo XX, debido al poderoso carácter nacionalista de sus creaciones ('La noche de los mayas' o 'Sensemayá´) y a la maestría de su técnica compositiva.

10

Juana Inés de Asbaje y Ramírez era una adolescente bella, encantadora y vivaz cuando, en 1664, fue a vivir al Palacio Virreinal.

11

En Noviembre de 2010, 'Los Parachicos', una fiesta tradicional que tiene lugar en Enero en Chiapa de Corzo, Chiapas, fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). También se declararon dentro de esa categoría la 'Pirekua', canto tradicional purépecha, y la comida mexicana.

12

En el convento de San Jerónimo de la Ciudad de México fue donde Sor Juana Inés de la Cruz hizo su vida religiosa

13

Desde muy joven, el compositor Carlos Chávez se interesó por integrar la música tradicional y prehispánica en sus creaciones sinfónicas. Con el paso del tiempo sus esfuerzos lo llevaron a constituir la Orquesta Sinfónica Nacional y el Conservatorio Nacional de Música.

14

Actualmente el antiguo Convento de San Jerónimo es el Claustro de Sor Juana, y sede de la Universidad del Claustro de Sor Juana.

15

En la arquitectura gótica de la Edad Media las grandes puntas de las torres de las iglesias aludían a un deseo por alcanzar el cielo.

16

Tras solemnes ceremonias luctuosas, Sor Juana Inés de la Cruz fue sepultada en el Convento de San Jerónimo.

17

El arte mural se desarrolló en cuevas, tumbas, templos y viviendas de la antigüedad. Durante el periodo del Renacimiento, en el siglo XVI, tuvo una época de esplendor. Un ejemplo es el mural de la Capilla Sixtina: 'El Juicio Final', de Miguel Ángel Buonarroti.

18

El muralismo mexicano fue un movimiento artístico que se identificó con las luchas posrevolucionarias y socioculturales, en la primera mitad del siglo XX. Algunos representantes de este movimiento son José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, quienes en sus murales expresaron sus sentimientos, desacuerdos e ideales.

19

En una fase inicial de la evolución de nuestros antepasados se produjo el cambio de una postura cuadrúpeda a una postura erguida, lo que permitió el reajuste de la función de las extremidades anteriores. Uno de los efectos que tuvo este proceso fue la reconstrucción del tracto vocal que no tendría que dar lugar necesariamente a la producción del habla, pero constituye un indicio adecuado de que una criatura que lo poseyera probablemente sería capaz de hablar.

20

El uso del fuego permitió asar la carne, iluminar las cuevas y protegerse del frío.

21

El disco celeste de Nebra, descubierto en Alemania es la representación más antigua que se conoce de la bóveda celeste.

22

50 millones de usuarios activos de Spotify reprodujeron 7 mil millones de horas durante el 2014; esto según reporta la compañía, y que es equivalente a 800 mil años continuos.

23

40 mil pesos fue el costo del 1° celular. Motorola invirtió 15 años y 100 millones de dólares en su desarrollo.

24

Instagram se creó en 2010 por Kevin Systrom y Mike Krieger, estudiantes de Stanford.

25

Se conocen como los "cuatro tigres asiáticos" a una generación de nuevos países industriales que se localizan en Asia; esto son: Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Taiwán, los cuales entre 1960 y 1990 mantuvieron altas tasas de crecimiento y desarrollo.



La anterior parte de esta colección de datos, la 6°, la encuentran disponible en este enlace:

La siguiente parte, correspondiente a la 8° entrega, la encuentran a su disposición en este link:

La monja filósofa. Los últimos años

Algo muy grave de carácter verdaderamente trágico tuvo que pasar en el alma de Sor Juana que justifique el total y definitivo cambio en su vida a partir de la Respuesta a Sor Filotea. Después de ella, la mujer y la escritora se eclipsan conjuntamente. La monja sobrevivirá tan sólo cuatro años más. Sor Juana consignó en su carta al prelado los mejores datos que se tienen sobre su vida, carácter, gustos, aficiones literarias y aun mortificaciones que éstas produjeron en el claustro; y donde, además, con nobilísima entereza, se declaró en pro de la cultura de la mujer mexicana y sos­tuvo el derecho de disentir.

La monja filósofa. Los nuevos hallazgos

En los últimos años se han descubierto algunos manuscri­tos atribuidos a Sor Juana. Dos de ellos resultan particular­mente interesantes porque revelan un perfil desconocido de la Musa. El historiador mexicano Elías Trabulse publicó en 1996 un documento satírico, muy probablemente autó­grafo de sor Juana; se trata de una Carta a su confesor, el padre Antonio Núñez Miranda, que puede datar de 1682 y la Carta de Serafina de Cristo dirigida al obispo de puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz (1691), el mismísimo Sor Pilotea de la Cruz.

La monja filósofa. La respuesta a Sor Filotea

Sor Juana empieza su Respuesta a Sor Filotea de la Cruz excu­sándose porque habían pasado poco más de tres meses sin que ella le contestara. Enseguida la ilustre monja aclara que siente "gran reverencia por el insigne varón" (el padre Vieyra) y da tres razones que comprueban esa reverencia y el "especial amor" que siente por él: la primera, el cordialísimo y filiar cariño que ella tenía a la Sagrada Religión del padre Vieyra, es decir, a su Orden, la Compañía de Jesús, de la que decía: "en el afecto no soy menor hija que dicho sujeto". La segunda, "la gran afición que este admirable pasmo de los ingenios me ha siempre debido; en tanto gra­do que suelo decir (y lo siento así), que si Dios me diera a escoger talentos, no eligiera otro que el suyo". Y la tercera, el "que a su generosa nación tengo oculta simpatía; que juntas (las tres razones) a la general, de no tener espíritu contradictorio, sobraban para callar, como lo hiciera, a no tener contrario precepto".

La monja filósofa. De Sor Filotea para Sor Juana

La famosa carta de Sor Filotea empieza por declarar que "ha admirado la crítica que ella (Sor Juana) hizo del sermón del Padre Vieyra, particularmente por la claridad de su exposición" y que la había hecho imprimir para que su autora (Sor Juana) "reconozca los tesoros que Dios deposi­tó en su alma, y le sea, como más entendida, más agradeci­da". Cuando el obispo la llevó a la imprenta, declaró que la remitía "Filotea de la Cruz, su estudiosa aficionada en el convento de la Santísima Trinidad, de la Puebla de los Án­geles," y veló así su autoridad, su nombre y su oficio. Dice en ella a Sor Juana, a propósito de sus dotes intelectuales que tanto pondera, que, puesto que "quien más ha recibido de Dios está obligado en la cuenta", ella, Sor Filotea de la Cruz, teme se halle Vuestra Merced (Sor Juana) alcanzada en la cuenta, pues pocas criaturas deben a su Majestad mayores talentos en lo natural"; y agrega "que si hasta aquí los ha empleado bien, que así lo debe creer de quien profe­sa tal religión, en adelante sea mejor".

La monja filósofa. Crisis de un sermón

"Entre el año de 1642 y 1652 el jesuíta portugués Antonio de Vieyra había predicado en la Capilla Real de Lisboa, su Sermón del Mandato. En él hizo una rememoración del céle­bre "Mandato de Cristo a sus discípulos", que aparece en el Evangelio de San Juan (XIII, 34) y que inicia con las pala­bras: "Un nuevo mandamiento os doy..." Vieyra había he­cho una exégesis de ese pasaje analizando cuál había sido la mayor fineza de Cristo, es decir, cuál había sido su más alta prueba de amor por el género humano. Pero antes de exponer su propia teoría, Vieyra rebatió la tesis sobre la fineza más grande que habían sostenido San Agustín, San­to Tomás y San Juan Crisóstomo. Después de refutarlos afirmó que la fineza mayor había sido no desear para Él (Cristo) nuestro amor a cambio del suyo, sino que nos amá­semos los unos a los otros como una prueba del amor que nos tuvo. El padre Vieyra, por su elocuencia, había sido llamado el Cicerón lusitano y 'príncipe de los predicadores católicos de su tiempo'.

La monja filósofa. Los certámenes literarios

En el año de 1683 se llevaron a cabo unos certámenes litera­rios como parte de las festividades religiosas en honor de la Inmaculada Concepción de María. El encargado de or­ganizar tales certámenes fue don Carlos Sigüenza y Góngora, a quien se le entregaron todas las composiciones y que después él compilaría en su libro Triunfo Parthénico en donde describe los festejos.

La monja filósofa. Los años fecundos

En el año 1673 termina su gobierno el marqués de Mancera y decide regresar a España. Doña Leonor, la virreina, se despide de sor Juana y su despedida es definitiva porque a los pocos días se enferma gravemente y muere en el cami­no a Veracruz. La lacónica noticia trastornó a la comuni­dad del Convento y a Sor Juana en particular, quien le dedicó tres sonetos transidos de dolor. Contaba sor Juana 23 años de edad.

La monja filósofa. La música

Su enorme interés por estudiar todas las cosas, por las cien­cias concretas, llevaba a Sor Juana a coleccionar en su celda del Convento de San Jerónimo numerosos libros, instrumentos astronómicos e instrumentos musicales. Como todo le interesaba y "de admirarlo todo", —como ella misma decía—, experimentó en un campo al que también la con­ducía su oído a la hora de marcar el ritmo y crear sus ver­sos: el mundo de la música. En su afán de relacionarlo todo, mezcló, desde luego, cuanto de música investigó con cuan­to ya sabía, y acostumbrada a compartirlo todo con los de­más, convirtió "su saber y sus pensares en materia de música" en un método práctico de enseñanza que fue muy elogiado por quienes lo conocieron.

La monja filósofa. Los sueños

Para completar la semblanza de Sor Juana y entender me­jor su psicología no se puede pasar por alto el extraordina­rio testimonio de su Primero Sueño; poema desconcertante y a la par admirable, 'cuya misma forma corresponde con el más atinado acierto, al estado mental aparentemente caó­tico que representa, y contribuye también a interpretarlo'. Una atenta lectura y el previo conocimiento de la persona­lidad de la autora llevan a la convicción de que expresa pasajes esenciales, en efecto soñados por la propia Sor Jua­na, y aun en su propio sueño razonados, como ella los ra­zona en su poema.

La joven ilustre. Los votos religiosos

Tras un año de prueba como novicia, el 24 de febrero de 1669, Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana tomó los hábitos de manera definitiva. Desde ese día se convirtió en Sor Juana Inés de la Cruz. Si como mujer su precocidad y sus versos la habían hecho famosa, como monja alcanzaría la escritora la áspera y dolorosa cima de la gloria. Una cor­ta palabra, "sor", antepuesta a su nombre, cambiaría para siempre su vida.

La joven ilustre. El convento de San Jerónimo

La historia del Convento de San Jerónimo data de sesenta y cuatro años después de consumada la conquista españo­la, cuando en la ciudad virreinal había ya cuatro conventos para mujeres.

La joven ilustre. Los conventos de monjas

Durante los siglos XVI y XVII se construyeron en la nación mexicana los más fastuosos monasterios de monjas. Sus iglesias ostentaban altares con fabulosos retablos recarga­dos en oro; sus claustros fueron enriquecidos con las pin­turas de los más notables artistas de diversas épocas, y en las sacristías se guardaban la mejor producción de los orfe­bres de aquellos tiempos.

La joven ilustre. La decisión

¿Por qué decide Sor Juana hacerse monja a los 16 años? ¿Era la decisión correcta para una doncella negada al ma­trimonio y resistente a ser "pared blanca donde todos quie­ren echar borrón"? Casi correcta — diríamos — porque lejos estaba Sor Juana de imaginarse el cerco que se iría estre­chando a su alrededor en razón directa al crecimiento de su fama.

La joven ilustre. Los días mundanos

Decirte que nací hermosa
Presumo que es excusado,
pues lo atestiguan tus ojos
y lo prueban mis trabajos.

Sor Juana. 

La niña Juana Inés. Las primeras enseñanzas

“No había cumplido tres años de mí cuando enviando mi madre a una hermana mía, mayor que yo, a que se enseñara a leer en una de las que llaman ‘Amigas’ me llevó a mí tras ella… y viendo que le daban la lección, me encendí yo, de manera, en el deseo de saber leer, que engañando, a mi parecer, a la maestra, le dije que mi madre ordenaba me diese lección. Ella no lo creyó porque no era creíble, pero por complacer al donaire, me la dio. Proseguí yo en ir, y ella prosiguió en enseñarme; ya no de burlas; y supe leer en tan breve tiempo, que ya sabía, cuando lo supo mi madre…”

Sor Juana.

La niña Juana Inés. Una mirada a su época

Apegándonos a la descripción de uno de los biógrafos de Sor Juana, Nepantla, que en lengua náhuatl quiere decir ‘en medio, entre el frío y el calor’, es un pequeño pueblo ubicado en medio de la sierra; entre la zona templada y la tropical; en medio del calor y el frío, a la mitad de los volcanes y de la llanura. Es un lugar muy bello que pertenece al Estado de México. En el sitio donde se hallaba La Celda hay “un río que corre barranca abajo, precisamente a muy poca distancia del frente de la casa (de Asbaje). Desde esta podía oír la pequeña Juana su sonido cristalino que puso temprana música en sus oídos afinándolas para la armonía: es un río inspirador. En el corte profundo de la montaña, las piedras de su cauce, enormes y grises, modeladas por siglos de erosión, remedan animales antidiluvianos. Se cruza por un puente rústico (que atraviesa el ferrocarril), debajo del cual se precipitan veloces y rumorosas las aguas camino de Yautepec”. Dice la historia, además, que “la hacienda de Nepantla no era muy rica, pues rentaba 60 pesos al año y el ganado que tenía era de cincuenta bueyes mansos de arada; veinte vacas y becerros; treinta yeguas de trilla, veinte mulas y muchos apareados de reata y cincuenta abejas de vientre”. En sus campos se daban “sesenta fanegas de trigo”.

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