La violencia se apoderó de los campos andinos, donde se registraron una estela de lesiones, peleas a puño limpio e intervenciones policiacas.
“Hoy se rompe el fuego en cuatro frentes”, proclamó el 30 de Mayo de 1962 un diario deportivo. La analogía bélica no pudo haber sido más desafortunada. Como en los conflictos armados, la tensión se sentía días antes del inicio de hostilidades.