Por los caminos polvosos,
por las angostas veredas,
por los montes, por los valles,
entre rubias sementeras,
Por los caminos polvosos,
por las angostas veredas,
por los montes, por los valles,
entre rubias sementeras,
Eran las diez de la mañana.
La Plaza de la Constitución
estaba adornada.
Muchos niños, formados en
filas, esperábamos ansiosos.
Nos repartieron banderitas tricolores.
Una flecha en el aire tiró Cupido, y la tiró jugando —cielito lindo—