No el sol, sino la campana,
cuando te
despierta,
es lo mejor de la mañana.
No el sol, sino la campana,
cuando te
despierta,
es lo mejor de la mañana.
Pobres hombres de ambición infinita,
no han logrado cosechar las flores,
en su búsqueda han quedado ciegos,
sólo pueden defender riquezas,
han quedado amarrados al estiércol,
ya ni saben cuánto van teniendo.
Es turno de compartir esta imagen con una de las reflexiones de Albert Einstein en torno a la crisis , la cual para muchos es una circunsta...