Apenas sé abre la puerta, salta del gallinero con las patas muy juntas.
Es una gallina común y corriente, de apariencia modesta y que jamás ha puesto huevos de oro.
Deslumbrada, titubeante, avanza algunos pasos por el corral.
Apenas sé abre la puerta, salta del gallinero con las patas muy juntas.
Es una gallina común y corriente, de apariencia modesta y que jamás ha puesto huevos de oro.
Deslumbrada, titubeante, avanza algunos pasos por el corral.
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...