Al despertar, extrañan la tibieza del nido,
saltan de los barrotes de la jaula sonora
y se quedan de nuevo con el piquito hundido
Al despertar, extrañan la tibieza del nido,
saltan de los barrotes de la jaula sonora
y se quedan de nuevo con el piquito hundido
¡Qué lindo, vengan a ver qué lindo: en medio de la calle ha caído una estrella;