Apenas sé abre la puerta, salta del gallinero con las patas muy juntas.
Es una gallina común y corriente, de apariencia modesta y que jamás ha puesto huevos de oro.
Deslumbrada, titubeante, avanza algunos pasos por el corral.
Apenas sé abre la puerta, salta del gallinero con las patas muy juntas.
Es una gallina común y corriente, de apariencia modesta y que jamás ha puesto huevos de oro.
Deslumbrada, titubeante, avanza algunos pasos por el corral.
El mirlo se pone
su
levita negra,
y por los
faldones le asoman las patas
de color de cera.
El método por el cual un Hijo Paradisiaco se prepara para la encarnación mortal como Hijo autootorgador, llegando a nacer de una madre en el...