Un bandido que había asesinado a un hombre en un camino, al verse perseguido por los que allí se encontraban, abandonó a su víctima ensangrentada y huyó. Pero viéndole unos viajeros que venían en sentido contrario, le preguntaron por qué llevaba las manos tintas; a lo que respondió que acababa de descender de una morera.
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Esopo – El bandido y la morera
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Ciudadano del mundo, economista de carrera, bloguero por pasatiempo, docente por situaciones del destino
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