¡Llegaron las flores!
¡A revestirse de ellas, oh príncipes,
a adquirir su riqueza!
¡Llegaron las flores!
¡A revestirse de ellas, oh príncipes,
a adquirir su riqueza!
Éste es el punto de encuentro
donde
los árboles lucen
elegantes
con su vestuario
de luciérnagas curiosas.
Se separan, a veces, no siempre,
a unos pasos solamente, se
miran,
aprecian afortunados que se
tienen.
¡Amor de adolescente enamorado!
Desnudarte para quedar como pulpa
y saborear tu textura por dentro,
que escurras tus jugos y refresques mis labios,
se endulce mi lengua en suspiros intensos.
En el momento, ese en que nos damos,
se me olvida tu nombre y mi nombre mujer
y tú te vuelves flora y yo me vuelvo fauna.
Te recorro de norte a sur y de lado a lado,
trepo por tus enredaderas y me detengo,
en la cima de tus dos montañas.
No te asombres viajero
si al andar por el campo
en un círculo de hongos
ves el pasto marchito.
Madre mía, cuando me muera,
entiérrame junto a tu hoguera
y cuando vayas a hacer tus tortillas,
allí, llora por mí.
Niño indio de los llanos,
conmigo ven a jugar.
Todos los niños de América
siempre nos hemos de amar.
No corráis, vientecillos,
con tanta prisa,
porque al son de las aguas
duerme la niña.
La Luna va por el agua
¡Cómo está el cielo tranquilo!
Es mar la noche negra;
la nube es una concha;
la Luna es una perla…
El Hijo Eterno es el eterno Verbo de Dios. El Hijo Eterno es la expresión perfecta del “primer” pensamiento absoluto e infinito de su Padre ...