Mario Alberto Kempes, sobre la final del Mundial de 1978.
Hijo de un exjugador amateur, quien le inculcó el amor al balompié desde muy chico, Mario se inició en el futbol a los siete años, y a los 14 se integró al cuarto equipo del Talleres de Bell Ville. En 1969 jugó también para el conjunto Biblioteca Bell de la liga local. Muy temprano en su carrera supo ligar su nombre a la fama de goleador, pero con un instituto asesino propio de un ‘Matador’.