Cansados de buscar, terminamos por dejarla sin nombre.
Se llama simplemente "la vaca", porque es el nombre que mejor le queda.
Además, qué le importa con tal de comer. Así pues, tiene a discreción hierba fresca, heno seco, legumbres, granos e incluso pan y sal. Y come de todo, todo el tiempo; come dos veces, puesto que rumia.