Este arroyo que me mira
con inocencia de pájaro
tiene los ojos azules
del horizonte serrano.
Este arroyo que me mira
con inocencia de pájaro
tiene los ojos azules
del horizonte serrano.
No todas las habitaciones son iguales: las del campo son distintas de las urbanas, o de la ciudad.
Por toda la casa se esparce un olor agridulce a membrillo, a orejones de calabacita y pera, a pasta de higo y a ejotes pasados por agua que,...