No corráis, vientecillos,
con tanta prisa,
porque al son de las aguas
duerme la niña.
No corráis, vientecillos,
con tanta prisa,
porque al son de las aguas
duerme la niña.
El Hijo Eterno es el eterno Verbo de Dios. El Hijo Eterno es la expresión perfecta del “primer” pensamiento absoluto e infinito de su Padre ...