Antonio Machado – Yo voy soñando caminos

Yo voy soñando caminos

de la tarde.  ¡Las colinas

doradas, los verdes pinos,

las polvorientas encinas!...

Celedonio Junco de la Vega – A un pajarillo

Canoro:

te alejas

de rejas

de oro.

Octavio Paz-Espiral

En esta ocasión, en este turno de compartir textos escaneados, es momento de mostrar la obra "Espiral", de la autoría de Octavio Paz, que espero sea mucho de su agrado y diversión.

Rafael Alberti-Balada del silencio temeroso

En este sitio se ha ido compartiendo algunos textos escaneados donde se comparte información o textos que valen la pena leer ya sea en forma de imagen, y en esta ocasión es turno de compartir la "Balada del silencio temeroso" de la autoría de Rafael Alberti, texto que espero sea mucho de su agrado y utilidad.

Celedonio Junco de la Vega-A un pajarillo

En esta publicación del blog se comparte una lectura intitulada "A un pajarillo" de la autoría de Celedonio Junco de la Vega, un escrito que viene incluido en una edición del libro de Lecturas de Español de los Libros de Texto Gratuito de la SEP. ¡Disfruten de esta singular lectura!

25 Adivinanzas en General II

 

1	Arriba están y no se mueven; unas brillan mucho otras poco a poco mueren.   Salimos cuando anochece, nos vamos al cantar el gallo y hay quien dice que las ve cuando le pisan un pie.
	Las Estrellas.
2	En él vemos a las estrellas dando su claro fulgor; y en el día en él miramos cómo resplandece el Sol.
	El cielo.
3	En el mar nos forma grandes, hermosas y nos estrella contra las rocas.
	Las olas.
4	Es grande y redondo, de rayos dorados; y brilla en el cielo si no está nublado.
	El sol.
5	Doy calorcito, soy muy redondo, salgo tempranito, y por la tarde me escondo.
	El sol.
6	Me formo en el cielo con gran alborozo. De lindos colores hago un arco hermoso.
	El arcoíris.
7	Tengo mi carita blanca, redondita y luminosa; hago los campos de plata y las noches muy hermosas.
	La luna.
8	En la noche las miramos en el cielo cintilar; son plateadas y brillantes y su luz a todos dan.
	Las estrellas.
9	Suele cantar en el bosque y empujar algún velero puede avivar la fogata y tirarnos el sombrero.
	El viento.
10	Entre mis aguas verdes o azules, ricos tesoros encontrarás. Te ofrezco peces, perlas, corales; ¿puedes mi nombre tú adivinar?
	El mar.
11	Tengo hojas sin ser libro tengo madera y también, llego a tener varios nidos.
	El árbol.
12	¿Qué es, qué es que te quita el sombrero y no lo ves?
	El viento.
13	Poda las plantitas, arregla el jardín; con su bello oficio, vive muy feliz.
	El jardinero.
14	Tul y no es tela, pan, pero no de mesa.
	El tulipán.
15	Soy bella, pero espinosa; soy soberbia y olorosa, soy una flor y me llamo…
	La rosa.
16	Algo traigo por nombre; don, por apellido.
	El algodón.
17	Alta y delgadita, echa humo por la coronita.
	La chimenea.
18	Una cajita llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
	Los cerillos.
19	Chiquito como un ratón, cuida la casa como un león.
	El candado.
20	Se alegran los campos si me ven llorar, y se ponen tristes los de la ciudad.
	La nube.
21	Cuanto más grande es menos se ve.
	La oscuridad.
22	Los tienes en la cara, como dos ventanitas y con ellos miras cosas bonitas.
	Los ojos.
23	Están a los lados de tu cabecita y oyes, con ellos, cosas bonitas.
	Las orejas.
24	Cinco hermanitos obedientes escriben, lavan, limpian, trabajan y juegan impacientes, los cinco al mismo compás.
	Los dedos.
25	Los tienes en la cabeza y los tienes que peinar. Cuando ya están muy crecidos, te los debes de cortar.
	Los cabellos.

Si quieres ver la 1° parte de esta colección en particular, da clic en este enlace:
https://www.divinortv.com/2014/10/25-adivinanzas-en-general.html

La siguiente parte de esta colección, la 3°, la hallas en este link:

https://www.divinortv.com/2023/11/25-adivinanzas-en-general-iii.html

El clima

Se llama clima de un lugar a la temperatura (esto es, el calor o el frío), a la humedad y a otros elementos que generalmente se sienten allí.

Carta de respuesta del Jefe Piel Roja de Seatle

El presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envía en 1854 una oferta al jefe Seattle, de la tribu Suwamish, para comprarle los territorios del noroeste de los Estados Unidos que hoy forman el Estado de Wáshington. A cambio, promete crear una "reservación" para el pueblo indígena. El jefe Seattle responde en 1855.