Antes del idolito luchístico perpetrado por la mercadotecnia de la WWE de John Cena, existía un gladiador que era venerado por chicos y grandes y que era la encarnación ideal del héroe de la lucha libre norteamericana, sin lugar a dudas me refiero a Hulk Hogan, quien en su momento fue (y hasta la fecha en cierta forma lo sigue siendo) un fenómeno de popularidad que igual podía vérsele en las luchas de la entonces WWF, en el cine, y en una innumerable cantidad de anuncios, siendo él (y no el marimba) la muestra del verdadero icono luchístico de nuestro vecino del norte.
Fuente: google.com
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