Juan de Dios Peza – La entrada del Ejército Trigarante

Un viejo soldado que había combatido, muchos años atrás, por la independencia de México, solía evocar aquellos tiempos gloriosos y gustaba ilustrarlos con anécdotas. Una tarde habló así a sus amigos:

“Me acuerdo de todo como sí en este momento lo estuviera viendo. En la Ciudad de México se esperaba ya la entrada del Ejército de las Tres Garantías, y la gente se agrupó en las calles para contemplar por primera vez, tremolando libre en las manos de los guerreros, el pabellón verde, blanco y rojo.

Hacía un sol hermosísimo. Era un día claro, brillante, limpio. Parecía que el cielo y la tierra estaban tan alegres como nuestros corazones.

¡Qué hermoso, qué hermoso aquel día 27 de Septiembre! Todos teníamos fe en Iturbide y en el porvenir.

Al desfilar por las calles, cada uno de nuestros batallones, cada regimiento, era saludado con vivas y aplausos. Cuando pasamos los soldados del Sur, los que habíamos peleado sin tregua durante once años en las montañas, los que formábamos la legión indomable del general Vicente Guerrero, el entusiasmo del pueblo que nos recibía rayó en delirio. La gente nos arrojaba flores y nos aclamaba; las mujeres nos decían frases de ternura; y nosotros, llenos de gratitud, nos sentíamos orgullosos de nuestro pobre aspecto, de nuestros harapos, de nuestras viejas armas y de nuestra piel ennegrecida, tostada por el cielo del Sur y por la pólvora de los combates.

¡Día de nuestro triunfo! Si es posible ver desde el cielo lo que pasa en la Tierra, sin duda esa mañana estaban ya satisfechos y tranquilos todos los mártires de la causa de 1810, todos los héroes que, sin otro elemento que su propio esfuerzo, sin más recursos que sus convicciones, y con las solas fuerzas del derecho y la justicia, derramaron su sangre generosa…”

Fuente:
Generación 1960. Mi libro Historia y Civismo. Cuarto Grado, Ed. Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, p. 75.
App CONALITEG Digital. Generación 1960. Cuarto Grado. Mi libro Historia y Civismo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

La recomendación del momento

Los Autootorgamientos de los Hijos de Dios Paradisiacos

El Hijo Eterno es el eterno Verbo de Dios. El Hijo Eterno es la expresión perfecta del “primer” pensamiento absoluto e infinito de su Padre ...

Lo más popular de la semana