México entregó el corazón para regresar de tres marcadores adversos.
“La selección Mexicana de Francia 98 ha sido la mejor de la historia, porque estaba repleta de jugadores con mucha actitud e importantes en cada línea y eso ayudó al funcionamiento”, aseguró Luis Hernández, goleador de aquel representativo con cuatro tantos.
Ricardo Peláez, autor de dos tantos en la justa, coincidió con ‘El Matador’: “Ha sido la mejor selección, ya que estaba integrada por jugadores con personalidad y compromiso. Teníamos un buen técnico, había mucha alegría y un grupo interno fuerte”. Por su parte, Manuel Lapuente, el entonces técnico nacional, afirmó: “Llevamos jugadores de mucho carácter y con mentalidad ganadora”.
Tras nueves partidos en 27 días por Europa con resultados negativos, Manolo se mostró confiado ante Corea: “Vamos a llegar muy bien y muy afinados, tengo mucha fe en ello. Estoy seguro de que va a ser un gran torneo”.
Aunque los asiáticos se llevaron la mínima diferencia al descanso, México reaccionó. “Cuando íbamos perdiendo 1 – 0, me dijo Manolo: ‘Calienta’. No me metió, sino hasta el segundo tiempo. Entre y hasta ahí, conseguí la primera meta, que era jugar, pero pensé: ‘¿Qué sigue? Meter un gol’. Me mentalicé a tal grado que la primera pelota que toco es gol”, recordó Peláez.
“Fue un tiro de esquina (desde la banda izquierda), me empujan y no logré rematar bien de cabeza, entonces el balón le rebotó a un rival y me quedó franca. En mi vida le había pegado tan fuerte al balón como en ese momento, la prendí con todo a tres metros de la portería”.
“Aunque ellos (los coreanos) se fueron al frente, nosotros impusimos nuestras condiciones y nos llenamos de mucha confianza. Las entradas de Jesús Arellano, Marcelino Bernal y Ricardo Peláez dieron empuje a la ofensiva”, explicó Luis.
“Mi primer gol fue gracias a un pase de Ramón a segundo poste y después de quitarme la marca de un coreano, le pegué de parte interna a la pelota y la metí”, describió ‘El Pájaro’, al tiempo que Ricardo aseguró: “Considero que el 2 – 1 es mío. Fue un centro pasado el cual medí y conecté con la cabeza, incluso saqué una cortada en el cachete y otra en el cuello. Luis iba viendo la pelota, tiró la patada y me pegó en la cara a mí, pero igual pudo haberle pegado a la pelota, aunque yo sentí que hice contacto con ella”.
Tras ese partido, L’Equipe elogió a Cuauhtémoc Blanco y destacaron la destreza y atrevimiento con el balón, con su primera ‘Cuauhtemiña’.
“Seguiré intentando siempre todas las jugadas que me salgan de la mente, debo jugar con alegría y disfrutar del futbol. Nuestra ilusión crece, pero hay que seguir trabajando como hasta ahora”, dijo Blanco.
Ante Bélgica se combinaron una serie de factores negativos. La expulsión de Pavel Pardo fue aprovechada por los belgas, quienes tomaron ventaja de dos goles. “Al inicio del partido nos plantamos bien y tuvimos dos opciones claras de gol que pegaron en el arco, una de Joel Sánchez y otra de Jaime Ordiales, pero ellos se pusieron al frente. Pero, gracias a nuestra verticalidad, la ayuda del sol y a la entrada de Arellano quien junto con Ramón y Cuauhtémoc, los echamos para atrás”, recordó Luis.
Así llegó el gol de Alberto García Aspe, el capitán, quien anotó de penal para acortar distancias y a la postre el de Blanco, en una jugada explosiva con una definición sui géneris. El cabrito inició una diagonal hacia adentro desde el lado derecho y en tres cuartos filtró por izquierda, donde llegó ramón, quien lanzó un centro preciso a la llegada de Cuauhtémoc y éste lanzó con las dos piernas al frente y de forma acrobática conectó con la izquierda.
De esta forma el destino de os aztecas estaba en sus propias manos, aunque enfrente tenían a Holanda. En caso de que el Tri perdiera y Bélgica derrotara a Corea, el combinado nacional quedaría eliminado. Combinación que se mantuvo hasta el minuto 71, cuando Corea empató.
La Naranja Mecánica ganaba 2 – 0 a los 18 minutos y tenía la humedad del Geoffroy Guichard a su favor, pero de nueva cuenta se presentó la reacción azteca. “Ante Holanda destaco la mentalidad, que siempre es importante en cualquier ámbito. Según nosotros, teníamos que ganar porque si no quedábamos fuera y gracias a ello conseguimos empatar al minuto 93”, asevero Peláez.
“Ingresé en el segundo tiempo y marqué un gol. Fue un tiro de esquina cobrado desde el lado derecho por Germán Villa hacia el manchón penal; me elevé, le gané el salto a Frank De Boer y piqué el remate, botó en el área chica y entró”, recordó, al tiempo de describir el empate: Esa jugada la teníamos muy hecha con el Necaxa. Fue un despeje largo hacia mí, le gané nuevamente a De Boer y peiné. Atrás apareció Luis, quien peleo con Japp Stam, y punteo por debajo de Van Der Sar”.
‘El Pájaro’ recordó así su gol: “Lo metí con base en no dar por perdido ningún balón y peleé con Stam”.
En Cuartos de Final, el rival era Alemania y los mexicanos lo encararon sin complejos. Al inicio del segundo tiempo se fueron arriba.
“El gol lo metí tras un pase de Cuauhtémoc en los linderos del área y tras avanzar y quitarme la marca de varios alemanes, tuve la facilidad de ver la portería y definí cruzado al poste derecho de Andreas Koepke”.
El mismo Hernández tuvo la oportunidad de acrecentar el marcador, cuando Arellano realizó una diagonal desde medio campo, pero en los linderos del área, Lothar Matthaeus barrió y punteó el balón y éste fue a dar al poste. Blanco tomó el rebote y tocó para ‘El Matador’, que estaba mejor ubicado, pero esté se la dio en las manos al guardameta.
“Se me presentó a mí la oportunidad del 2 – 0, pero lamentablemente no anoté”, deploró el casaca 15.
Tras ello y con Arellano y Hernández lesionados, Alemania copó a México y dio la vuelta al marcador con goles de Jürgen Klinsmann y Oliver Bierhoff, ante la marca de Lara, habilitado como segundo central. Alguna vez Johan Cruyff lo dijo: “A los alemanes hay que matarlos, nunca hay que darles la oportunidad de que se levanten”.
Fuente:
Por Diego Hernández en Récord Especiales, ‘Todo sobre Sudáfrica’, Ed. Notmusa, p. 120 – 121.
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