La discriminación que las mujeres sufren en los países de mayoría musulmana es consecuencia de una interpretación tendenciosa de sus textos sagrados. Desigualdad, prohibiciones y castigos coartan la libertad femenina para perpetuar el dominio del varón.
La
condición de las mujeres en el islam es difícil de definir. Hace ya casi 1,500
años, esta religión aunó fe e ideología y reorganizó a la antigua sociedad
tribal árabe con nuevas leyes sobre el vestir, las relaciones, en general todos
los aspectos de la vida. La "Arabia feliz" de la época de la Yahiliya
-preislámica- dejó de serlo, sobre todo para ellas. El islam triunfó sobre las
divinidades femeninas como Allat -dama de la guerra-, Al-Ozza -la muy poderosa-
y Manat -la diosa del destino y de la muerte-. Esto no sólo significó la
sumisión del ser humano a un único Dios varón, sino que supuso el sometimiento
del sexo femenino bajo el masculino.