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Mahoma. El apoyo de la espada

A partir del asentamiento en Medina y la construcción de la primera Mezquita, el Islam creció de una manera vertiginosa, pues era una ideología como hecha a la medida del pueblo árabe y representaba su entrada en la historia del mundo civilizado. Antes de este auge inusitado, la actitud del Profeta y sus principales seguidores había sido humilde, paciente y resignada; en especial, Mahoma había tenido que soportar durante trece años toda clase de vejaciones, persecuciones y atentados; pero ahora él y su gente no sólo se sentían dueños de la verdad, sino también de la fuerza, por lo que poco a poco el discurso del profeta fue cambiando, hasta que llegó a convertirse en una virtual declaración de guerra contra todos aquellos que no aceptaran su doctrina:

¿La nueva guerra santa?

La historia del islam como poder militar dominante entró en punto muerto tras la derrota otomana en Lepanto. Pero fue precisamente el progresivo desequilibrio de fuerzas entre el mundo occidental y el islámico lo que propició un resurgir del espíritu de guerra santa a partir de los procesos de descolonización y, muy singularmente, de la aparición en escena de los muyahidín, grandes protagonistas en la invasión soviética de Afganistán (1979). Fue una guerra de guerrillas en la que imperó nuevamente el espíritu de la Cruzada y la guerra contra el infiel, pero en un escenario de desigualdad absoluta de tecnología y fuerzas. Los soldados del ejército irregular muhayid entendían que luchando contra el invasor extranjero se convertían en mártires con pasaporte al paraíso. Muchos de los guerreros afganos acudían al frente con versos coránicos tatuados en su piel, y voluntarios procedentes de todo el mundo islámico se unían a la causa para la expulsión del infiel.

Yihad y guerra santa

Según la tradición coránica, dos son los tipos de yihad: la “gran yihad” y la “pequeña yihad”. La primera incita a la lucha interna en un contexto de crecimiento espiritual; sólo la segunda sanciona el ejercicio de la guerra como vehículo de inmersión en el islam. Con toda seguridad, la puesta por escrito del Corán es posterior a la muerte del Profeta y recoge múltiples contradicciones resultantes de la recopilación de revelaciones surgidas en momentos históricos diferentes. Así, a lo largo del Corán encontramos suras que se oponen abiertamente a la guerra, otras consienten la guerra defensiva y otras más abogan por un modelo agresivo de expansión del islam. 

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