Oligopolio









El oligopolio es una forma de mercado en la cual el mercado o la industria es dominada por un pequeño número de vendedores/productores (oligopolistas). Debido a que hay pocos participantes en este tipo de mercado, cada oligopolista está al tanto de las acciones de los otros. Las decisiones de una firma, afecta o influencia las decisiones de las otras. Por medio de su posición ejercen un poder de mercado provocando que los precios sean más altos y la producción sea inferior. Estas empresas mantienen dicho poder colaborando entre ellas evitando así la competencia.


Un mercado oligopolístico pudo presentar en algunas ocasiones un alto grado de competitividad, sin embargo, los productores tienen incentivos para colaborar fijando los precios o repartiéndose los segmentos del mercado, lo que provoca una situación parecida a la del monopolio.

Características.
* La mayor parte de las ventas las realizan unas pocas empresas, cada una de las cuales es capaz de influir en el precio de mercado con sus actividades.
* También suele suceder en el oligopolio que una empresa sea líder en precios y los demás se vean precisados a seguirla.
* Sus decisiones de precios pueden ser tomadas independientemente o realizando acuerdos entre ellos.
* Se encuentra en una posición intermedia entre lo que se conoce como competencia perfecta y monopolio.

Tipos de Oligopolio.
1- Oligopolio Diferenciado:
El análisis del oligopolio diferenciado ha sido desarrollado por los teóricos de la competencia monopolística o imperfecta. Incluyen muchos productos manufacturados y otros; por ejemplo vehículos, detergentes, discos y los servicios de las compañías aéreas.

2- Oligopolio Concentrado:
Es la forma de mercado del proceso de concentración industrial. Aparece cuando existen únicamente pocos productores de una materia prima o de mercancías idénticas.

Condiciones del Mercado Oligopolio.
Las condiciones necesarias para que se presente un oligopolio, y que a la vez lo diferencia de otros modelos, podrían ser los siguientes:
* Los competidores mantienen una estrecha comunicación, ya sea directa o indirecta.
* No se imponen restricciones a los competidores que deseen participar del segmento de mercado, solo se puede restringir indirectamente la entrada de estos nuevos competidores.
* Los competidores oligopolistas pueden llegan a acuerdos sustanciales, ya sean directos o indirectos.
* La competencia no es tan cerrada como en otros modelos como la competencia monopolista.

Equilibrio a Corto Plazo.
Muchos de los factores a los cuales la empresa debe recurrir para atender su producción actual son maquinarias, equipos, instalaciones, edificaciones, en los bienes de capitales, los cuales dan lugar a una capacidad máxima de producción determinada.

Aunque la empresa tuviese la oportunidad de aumentar su producción para responder a un aumento de la demanda surgido del mercado, tales factores permanecen fijos.

Podría, sin embargo, intentar incrementar su producción recurriendo a mayores cantidades de factores variables como por ejemplo: aumentando el número de trabajadores y usando mayores cantidades de materia prima, tales recursos se verán limitados por la capacidad máxima de los factores fijos que dispone.

Las empresas competitivas deben elegir el nivel de producción más rentable en respuesta a un precio dado. Pero, ¿De dónde procede ese precio? Procede de la intersección de la curva de oferta y demanda del producto. Situación en la que aprovechan todas las ganancias que puedan derivarse del comercio.

En este momento se pueden hacer predicciones con alto grado de precisión sobre el efecto que tendrá un cambio en las preferencias de los consumidores o en la tecnología disponible sobre la demanda, la oferta y la producción de equilibrio, pero solo en un marco de competencia perfecta.

En el mercado competitivo o a corto plazo, los consumidores dan dinero a las empresas las cuales lo utilizan para comprar factores variables con los que generan la producción que va a los consumidores.

Equilibrio a Largo Plazo.
La empresa puede modificar todos los factores de producción y adaptarse así totalmente a las variaciones tanto de los precios de los mismos como las alteraciones que hayan surgido en los mercados de sus productos, a largo plazo.

La empresa estará en condiciones de realizar inversiones que le permitan incluso aumentar sustancialmente sus volúmenes de producción de forma de aprovechar las ventajas de las economías de escala, cuando al modificarse las cantidades utilizadas de los distintos factores de producción es una proporción determinada, la cantidad obtenida del producto aumenta en forma mas proporcional.

La entrada y salida de beneficio a la industria no son las únicas acciones de que dispone la empresa a largo plazo.

Cuando se analiza el desplazamiento hacia el equilibrio competitivo a largo plazo, partimos de una situación inicial en la que el precio era superior al valor mínimo de coste medio a largo plazo y la empresa existente estaba obteniendo un beneficio económico. Que no es mas que la diferencia monetaria entre el coste de producción y marketing de los bienes y servicios y los precios percibidos por la venta de dichos bienes y servicios.

Los beneficios son una de las características esenciales de la compra – venta en un sistema económico. En una economía de mercado, el principal incentivo para la producción y el trabajo es la maximización de beneficios.

Los problemas de los empresarios oligopolistas tienen dos tipos de soluciones: con o sin colusión. Se llama colusión a cualquier acuerdo que restrinja la lucha competitiva entre empresas. La forma máxima de colusión, la que maximiza los beneficios de los oligopolistas es el cártel, un acuerdo entre todos los productores de la industria que puede tomar dos formas:

Competencia sin precios: Cada empresa trata de mejorar la calidad, la presentación o cualquier otro factor, pero respetando el precio conjunto acordado.

Reparto de cuotas o mercados: A cada empresa se le asigna bien un área donde vender, bien una producción máxima que no puede sobrepasar.

En ambos casos la situación se convierte de hecho en un monopolio, los beneficios serán máximos y se producirá la pérdida de eficiencia estudiada en el epígrafe anterior. Un ejemplo de cartel es la OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo). Los países que forman parte de este cártel (gran parte de los principales productores de petróleo) coordinan sus volumen de producción tratando de influir en el precio del petróleo.

Aunque la colaboración entre estas empresas beneficia al conjunto de todas ellas no siempre se da ya que cada una de ellas individualmente podría mejorar su situación incumpliendo el acuerdo.

Se da la paradoja de que individualmente a todas les beneficia hacer "trampas", pero si todas hacen "trampas" el resultado final para todas ellas es peor que si cumplen lo acordado.

Pero ponerse de acuerdo no es tan fácil como pensaba A. Smith. Si el acuerdo consiste en el reparto de cuotas, ninguna empresa quedará satisfecha con la que se le asigne, todas querrán producir más. Si lo que se intenta es fijar un precio común, las empresas más eficientes, las que dispongan de tecnología avanzada que les permita producir a un menor coste, presionarán para que el precio sea bajo, mientras que las menos eficientes serán partidarias de un precio alto. Debido a la dificultad de esas negociaciones, una vez que se haya llegado a un acuerdo aparecerá cierta rigidez, habrá dificultad en cambiar los acuerdos para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado. Otra dificultad adicional proviene de qué la legislación de muchos países prohíbe las prácticas colusorias y en ocasiones se ha podido demostrar y castigar a algunos industriales por realizar propuestas o presiones de ese tipo.

La mejor alternativa al cártel eludiendo todos esos inconvenientes es el liderazgo de precios. Es una situación muy frecuente en el mundo de los negocios. Cuando existe una empresa líder en el mercado, fija el precio y las condiciones de la oferta que son aceptados por todas las demás sin necesidad de negociaciones. Hay tres tipos de empresas que pueden ser señaladas para el liderazgo.

La empresa dominante, es decir, la de mayor tamaño, la de mayor cuota de participación con diferencia sobre todas las demás. Esta será también la que disponga de más información, la que por conocer las condiciones de la demanda a mayor escala podrá estimar el precio más estable y beneficioso.

La que disfrute de los costes más bajos por disponer de la tecnología más avanzada. Este caso resulta aún más estable ya que si la empresa que fijara el precio fuera una con costes altos, el precio resultaría también excesivo y sería más probable que la situación derivase hacia una guerra de precios.

La que goce de prestigio y respeto social. Es frecuente también que un oligopolista, por su edad o por su formación, sea considerado por sus competidores como experto y capaz de diagnosticar las condiciones cambiantes de la demanda, por lo que aceptarán sus decisiones.

En cualquier caso los acuerdos colusorios son siempre inestables y frágiles ya que si alguno de los miembros traiciona a los demás puede obtener con ello grandes beneficios.

OLIGOPOLIO: SOLUCIONES NO COLUSORIAS
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