El mote del Arsenal es la mejor definición para el grupo que integran los mejores goleadores que han desfilado por Highbury y Emirates. Desde los míticos artilleros de la década de los treinta hasta los extranjeros que actualmente encienden el fuego de los Bombarderos.
Cliff Bastin (1929 – 1947).
Bastin fue un ícono del glorioso periodo de los Bombarderos de Londres en los años treinta. Nació en Exeter, Inglaterra; y Herbert Chapman lo descubrió jugando para el equipo de su ciudad natal cuando el incipiente ariete tenía 16 años de edad. El entonces entrenador de los gunners le convenció para unirse a Arsenal y le ubicó por la izquierda al lado de James y Hulme en la delantera. Así integró lo que para muchos expertos ha sido el mejor tándem ofensivo en la historia de Highbury. El explosivo Bastin ganó cinco ligas e implantó el récord gunner de goles (178 en partidos oficiales) que tardaría más de medio siglo en romperse.
Alex James (1929 – 1937).
El mejor jugador del Arsenal durante la primera mitad del siglo XX fue el escocés Alex James, sólo opacado por Dixie Dean en cuanto a popularidad en el Reino Unido durante el periodo entre guerras. James era un delantero creativo, plurifuncional, con un gran carisma acentuado por sus típicos pantaloncillos que le llegaban por encima de la rodilla. En 1929 ya se había consolidado en el Preston End y en la Selección del País de las Gaitas, así que Chapman lo firmó. En Highbury se acopló con Hulme, Lambert y Bastin para formar una generación legendaria. Sus cuatro ligas y dos Copas FA representan un reducido palmarés en comparación con su aporte futbolístico al engrandecimiento de la historia del Arsenal.
Ted Drake (1934 – 1945).
En la década de los treinta, Drake ayudó a establecer el prototipo del típico centro delantero inglés: grande, fuerte, veloz, certero y aguerrido. Llegó al Arsenal procedente del Southampton y fue el primer fichaje del manager Allison. Ted Drake implantó una gran marca en su temporada de debut en Highbury: logró 42 goles en 41 partidos, incluidos cuatro encuentros en los que metió cuatro anotaciones en cada uno. En 1935 establecería otro récord; en un juego ante el Aston Villa, él solo se despachó con siete anotaciones. Las lesiones, sobre todo las sufridas en 1938 en un compromiso entre las Selecciones de Inglaterra y Gales de donde fue sacado del terreno tres veces en camilla, acabaron con su carrera.
John Radford (1963 – 1977).
Es el primer gran representante del trabajo del club londinense con los jóvenes. Radford surgió de los campos de entrenamiento del Arsenal y acumuló más de trescientos goles en todas las divisiones de los gunners, más que ningún otro jugador. Big John pasó trece temporadas en Highbury, con 481 partidos y 149 anotaciones en la Primera División. Fue el delantero consentido del técnico Bertie Mee y ganó una Liga, una Copa FA y una Copa Ferias. Era un nueve clavado, determinante, con gran estatura y fuerza pero con falta de técnica depurada; no obstante esta carencia lo llevó a realizar anotaciones poco ortodoxas, la suerte definitoria fue un factor determinante en el éxito de su carrera.
Ray Kennedy (1969 – 1974).
Kennedy fue otro fruto del trabajo en inferiores del cuadro londinense. Tenía un gran control de balón, su corpulencia y técnica le permitían proteger el esférico en espera del pase definitivo a un compañero en el área para que definiera desde una mejor posición. Su consolidación llegó con el doblete de 1971. Junto a Radford formaba en el área una dupla de grandes cabeceadores y con los servicios constantes y precisos de Geordie Armstrong, arrasaron en esa temporada. Ray ganó una liga, una Copa FA y una Copa Ferias en Highbury, además de sumar 212 partidos y 71 goles. Tras su salida del Arsenal, su carrera continuó con éxito en la media cancha del Liverpool bajo las órdenes de Bob Paisley.
Frank Stapleton (1975- 1981).
Este delantero irlandés se ganó el respeto internacional luego de militar en grandes equipos de Europa, pero fue en el club albirrojo de la capital inglesa donde comenzó a engrandecer su trayectoria profesional. Stapleton, que tenía un fuerte carácter en la cancha así como diversas mañas para aventajar a los defensas, llegó a Highbury tras demostrar su valía en la Selección de su país. Ganó una Copa FA, fue trascendental en el partido de la final frente a Manchester United y perdió una Copa UEFA en penales frente al Valencia de España. En 1981 pasó al ManU donde ganó todo. Posteriormente militó en las filas del Ajax de Holanda y formó parte de la nómina del Saint – Etienne de Francia.
Malcolm McDonald (1976 – 1979).
Supermac fue una de las grandes estrellas de la década de los setenta en el futbol británico. Su mezcla de arrogancia, tranquilidad y poder le ganó la admiración de los aficionados, primero con el Newcastle donde fue campeón y posteriormente con el Arsenal donde alcanzó el clímax. Con los gunners conquistó el título de goleo de la liga inglesa en 1977; ese mismo año en la Selección de la Rosa marcó un gran récord: cinco goles en un partido ante Chipre. Una lesión terminó prematuramente con su carrera a los 28 años de edad, pero Malcolm dejó una huella imborrable en Highbury y en Inglaterra.
Alan Smith (1987 – 1995).
Uno de los centros delanteros más completos que ha vestido la casaca rojiblanca del conjunto londinense. Alan Smith llegó a las filas de los gunners procedente del Leicester y se convirtió en el preferido del técnico George Grahampara ocupar la punta del equipo. Goleador de gran potencia, instinto y estrella. En 1989 conquistó el campeonato de goleo para las vitrinas de los Bombarderos londinenses. El recuerdo más especial que los aficionados al Arsenal tienen de Alan, es el gol con el que sentenció al Parma durante la final de la Recopa europea, anotación que le dio al cuadro inglés el título continental. Smith sumó 115 goles en 347 partidos defendiendo a la escuadra capitalina.
Ian Wright (1991 – 1998).
Fue uno de los goleadores más prolíficos de la historia del Arsenal. No inició su carrera en el equipo de Highbury, llegó a los 26 años de edad procedente del Crystal Palace en 1991, pero se ganó rápidamente un lugar en el gusto de la afición gunner gracias a sus goles – en su primera campaña marcó 24 tantos en 30 partidos – y al hecho de haber nacido en Woolwich, lugar de origen del cuadro londinense. Wright tenía gran velocidad y habilidades acrobáticas para realizar fenomenales remates desde todos los ángulos. Ganó una liga, una Copa y la Recopa Europea en 1995, pero el clímax lo alcanzó en Septiembre de 1997 cuando, gracias a un hat – trick frente al Bolton, llegó a 179 goles con el Arsenal, rompiendo el récord de más tantos gunner que 81 años atrás había establecido el legendario Cliff Bastin.
Dennis Bergkamp (1995 – 2006).
Uno de los mejores delanteros holandeses llegó a Londres en 1995; seguro arribó vía marítima o férrea pues le tiene fobia a los aviones. Tras darse a conocer en el Ajax, militar en el Inter de Milán y brillar en el Mundial 1994, Bergkamp fichó con el cuadro astillero pero tardó en callar las críticas por su fichaje. Dennis se convirtió en Highbury en un ariete más retrasado, participando en la elaboración de jugadas gracias a su asombrosa habilidad para controlar y pasar el balón. Con la llegada de Wenger al banquillo, Bergkamp alcanzó gran nivel. En 1998 fue nombrado Jugador del Año en Inglaterra aunque también sufrió una lesión que lo retiro temporalmente.
Thierry Henry (1999 – 2007).
El acento francés inundó Highbury y Emirates hacia el fin del siglo anterior y principios de este, y Henry se irguió como la máxima estrella de la legión gala que habitó Londres. Titi surgió al estrellato en el AS Mónaco y después pasó a la Juventus de Turín antes de arribar a la capital inglesa, donde de inmediato encendió la tribuna con sus goles. La rapidez de pensamiento y ejecución mezclada con la calidad técnica que le otorgaron la experiencia en ligas élites europeas y el aprendizaje en Francia, lo convirtieron en un astro mundial. Hasta el momento es el máximo goleador en la historia del conjunto gunner.
Fuente:
Publicado en Fútbol Total. Colección. Los Gigantes del Mundo. Arsenal. Bombarderos de Londres, Ed. Grupo Medios, p. 72 – 75.
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