La organización social tenía como base al Calpulli, que era un conjunto de personas relacionadas entre sí por ser descendientes de una misma familia o linaje, tener los mismos dioses protectores, un mismo terreno para vivir y trabajar, con su templo, soldados y escuela propios.
El habitante más anciano de cada calpulli se convertía en el tutor de las familias que vivían en él. Cada calpulli era independiente, pero todos obedecían a las autoridades superiores. El calpullec era el nombre de la autoridad de esta unidad social. Al fundarse la ciudad, eran sólo cuatro calpullis, pero fueron subdivididos al aumentar la población, hasta llegar a veinte.
Todos los calpullis formaban la tribu, cuyos miembros se reunían en un gran consejo o Tlatocan, con los representantes o tlatoanis que eran los más sabios de cada sección.
El huey tlatoani o gran señor era el gobernante supremo, tenía bajo sus órdenes a un grupo de funcionarios, jueces y recaudadores de tributos.
Era también jefe del ejército, pero estaba poderosamente influido por los sacerdotes, otros nobles y guerreros.
Las clases sociales.
En general, existían dos grandes divisiones, los pilli o señores y los macehuales o gente del pueblo. Los primeros dirigían a la sociedad y el ejército. La gente del pueblo trabajaba la tierra, levantaba las construcciones y, obligatoriamente, formaba parte del ejército.
Los grupos de mayor importancia e influencia en la sociedad eran los sacerdotes y los jefes guerreros, quienes no tenían la obligación de pagar tributo ni cultivar la tierra.
Después de las conquistas efectuadas por los mexicas, los grupos sociales también aumentaron, al cambiar las necesidades y condiciones de vida. Los mayeques eran personas que trabajaban como siervos de los señores y guerreros nobles que habían recibido tierras y gente para trabajarlas como premio a sus servicios.
Por otra parte, la sociedad tenochca contaba con los comerciantes y artesanos, quienes formaban una especie de clase media con algunos privilegios.
Los sacerdotes eran el grupo social más poderosos y con mayores conocimientos; sabían de astronomía, medición del tiempo, escritura, mitología, medicina y adivinación. Éstos ejercían una poderosa influencia en todas las clases sociales.
Las leyes.
La organización social azteca contaba con leyes que castigaban duramente los comportamientos antisociales contra la propiedad, las buenas costumbres, el orden público y la religión. Los castigos incluían el destierro, la pena de muerte, la esclavitud y la reparación del daño.
Los jueces impartían justicia con imparcialidad ya que no tenían intereses de por medio, pues contaban con tierras y siervos que las trabajaban para ellos.
Fuente: Supertareas 4, Fernández Editores.
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