Ya llegó el circo

La música toca en la calle.

Los niños salen corriendo.

¡El circo! ¡El circo!

Miran el anuncio.

- ¿Cuánto va a costar? – dice Toño.

- Cincuenta centavos.

- Me faltan cinco.

Los sacaré de mi alcancía.

Chucho el Payaso.

Llegamos al circo.

Sale Chucho el payaso.

Su cara es chata.

Tiene la boca ancha.

Usa un chaquetón largo.

Se agacha cuando saluda.

Le da la mano al chango.

¡Cómo nos reímos con sus chistes!

La jaula de los leones.

Sacaron la jaula de los leones.

Llegó el domador vestido de rojo.

Los leones subieron a unas cajas.

Estaban muy enojados.

Julieta se tapó los ojos.

Juan se pasó junto a ella.

- ¿Por qué los tienen en jaulas?

- Porque son animales salvajes.

La foca que fuma.

Después salen las focas.

Vienen formadas en fila.

Una juega con un fusil.

Dos focas llevan pelotas.

- ¡Mira qué foca tan fea!

- Es la más fina de todas.

- Está fumando un puro.

- ¡Qué bien fuma esa foca!

El gigante.

Más tarde sale el gigante.

Se llama Jorge.

También es muy gordo.

Saluda agitando las manos.

Coge una pesa y la levanta.

Con ella gira en la pista.

Después recoge un disco pesado.

La gente queda admirada.

El humo mágico.

¡Mira la caja encantada!

Sale de ella mucho humo.

Héctor mueve su varita de mago.

¡Qué pájaro tan hermoso!

Ahora vemos un ramo de rosas.

Herlinda suena las manos.

Mi hermana ya está cansada.

- ¿Quieres tomar una paleta helada?

La niña de los zancos.

- Mamá, ¿También es un gigante?

- No, es la pequeña Zenaida.

Camina con zancos.

Usa zapatos especiales.

Zenaida baila una danza rara.

Le da la luz de los focos.

Su vestido es azul y rosa.

Figura un pez de colores.

Águeda y Miguel.

El número siguiente fue muy lúcido.

Águeda y Miguel salieron a la pista.

Subieron a lo más alto.

Allí caminaron en una cuerda.

Todos guardamos silencio.

Águeda llevaba un bastón guinda.

Miguel la seguía.

Alguien tocó la guitarra.

Parecían muñecos.

El puesto del señor Güemes.

Salimos de la función.

En la calle había muchos vendedores.

Vimos un circo de juguete.

Tenía un payaso con su paragüitas.

También una yegüita que saltaba.

La montaba un muñeco güero.

La bailarina movía sus enagüitas.

Nos despedimos del señor Güemes.

- ¡Qué simpática está Anita! – dijo.

A la nena le dio vergüenza.

El kiosco.

En la noche volvimos a casa.

Pasamos por el parque.

El kiosco estaba iluminado.

Los músicos tocaban “La Adelita”.

Saludamos al señor Kuri.

En su gorra tenía un escudo.

Estuvo mucho tiempo en Tokio.

Allá algunas casas parecen kioscos.

Los japoneses usan kimonos.

Fuente:

Generación 1960. Mi libro de 1° año, Ed. Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, p. 45 – 54.

App CONALITEG Digital. Generación 1960. Primer Grado. Mi libro de 1° año.

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