Los economistas
Los economistas no engordan. Sufren una inflación.
Los economistas no renuncian. Se retiran del mercado.
Los economistas no piden. Demandan.
Los economistas no dan. Ofrecen.
Los economistas, en sus manos, no tienen ni meñique ni anular ni pulgar.
Tienen puros índices.
Los economistas no tienen teorías. Tienen supuestos.
Los economistas no compran cosas. Adquieren bienes.
Los economistas no valoran. Tasan.
Los economistas no comparan. Cotizan.
Los economistas no trabajan por un salario. Monetizan su fuerza de
trabajo.
Los economistas no tienen explicaciones para nada. Tienen justificaciones
para todo.
Los economistas no desprecian. Deprecian.
Los economistas no reaccionan. Actúan a corto plazo.
Los economistas no planean. Actúan a largo plazo.
Los economistas no descansan. Entran en recesiones.
Los economistas no son felices. Entran en períodos de auge.
Los economistas no son indiferentes. Atraviesan por períodos de
estabilidad.
Los economistas no tienen amigos ni enemigos. Tienen socios y
competidores.
Los economistas no viajan. Se desplazan.
Los economistas no se deprimen. Se devalúan.
Los economistas no van al psicólogo. Compran El Financiero.
Los economistas no están locos. Son neuróticos.
Los economistas no viven. Grafican.
Los economistas no sueñan. Conciben gráficas.
Para los economistas no hay filosofía. Hay política económica.
De lo cual se entiende que para los economistas no hay existencialismo ni
humanismo. Hay política monetaria y política fiscal.
Para los economistas no hay amistad. Hay valor agregado.
A los economistas no se les acaban las cosas. Se les agotan las
existencias.
Los economistas no pueden ser de mente abierta. Son, en todo caso,
economías abiertas.
Los economistas sostienen que la economía es una ciencia.
Los economistas no es que no se arriesguen. Es que no creen que se estén
arriesgando.
Los economistas no son agradables ni desagradables. Estimulan o ahuyentan
la inversión.
Los economistas no mienten. Plantean escenarios.
Los economistas dicen que tienen curvas ahí en donde todo el mundo ve líneas
rectas.
Los economistas no tienen el autoestima alta o baja. Sube o baja su tipo
de cambio.
Los economistas no prevén. Especulan.
Los economistas no aman. Invierten.
Si se encontrara a alguien que cumpla al menos una de las condiciones
antes señaladas, estará usted en presencia de un economista. Tenga cuidado:
Puede intentar explicarle la realidad con una gráfica o, peor aún, con una
serie de gráficas.
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