Es una de las grandes ciudades de la antigüedad clásica. Fue fundada con el nombre de Akragas en 581 a.C sobre la costa sur de Sicilia. Alcanzó prosperidad bajo el gobierno de Terón, en la primera parte del siglo V a.C cuando llegó a tener 200,000 habitantes, cifra bastante mayor que la actual. Allí vivió el filósofo griego Empédocles quien se dice murió al arrojarse en el cráter del Etna para probar su inmortalidad. Los romanos colonizaron la ciudad, pero la mayor parte de los monumentos que han sobrevivido son de origen griego. Muchos de ellos se encuentran en el Valle de los Templos, en un espléndido marco compuesto por huertos de olivos y almendros, plantas que abundan en la región.
El Agrigento actual ostenta una catedral medieval erigida en el siglo XI,
un convento de fin del siglo XIII y un museo arqueológico.
Como contraste de la prosperidad que privó hace 2,500 años cuando la zona circundante producía vino, aceite de oliva, trigo, ganado y azufre para exportación, la economía de la actual provincia de Agrigento tiene poca industria y agricultura debido que mucha gente ya abandono sus tierras de cultivo.
Reader’s Digest – Diccionario ilustrado de nuestro mundo, Ed. Reader’s Digest, p. 16

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