Los creadores de Superman fueron dos jóvenes de origen judío que vivían en Cleveland, Ohio. El escritor, Jerome “Jerry” Siegel y el dibujante, Joseph "Joe" Shuster. Eran de familias pobres, en medio de una crisis económica y dentro de una sociedad que consideraba como inferiores a los judíos.
Sus primeros personajes de tiras cómicas llegaron a aparecer en los diarios dominicales, pero su Superman no tuvo éxito al principio.
A pesar de haber creado a un personaje de ficción que ha sido productor de millones de dólares para la empresa DC, Jerry y Joe murieron prácticamente en la pobreza. Ni siquiera los superhéroes pueden acabar con la miseria y los miserables en el mundo.
Un ejemplar del primer número de 'Action Comics', donde debutaba Superman con su primera historieta, publicado en junio de 1938, fue vendida en 2014 por $3,207,852 dólares.
La colaboración entre escritores y dibujantes ha sido la combinación perfecta en la mayoría de los éxitos de los cómics. Un caso emblemático es el de Stanley Martin Lieber “Stan Lee”, también de origen judío. Empezó como ayudante de otros escritores hasta que tuvo su primera oportunidad de trabajar como uno de los guionistas de las historietas del Capitán América. Su objetivo entonces era convertirse en un escritor a la altura de sus admirados Robert Louis Stevenson (creador de Dr. Jekyl y Mr. Hide y la Isla del Tesoro), Arthur Conan Doyle (creador de Sherlock Holmes) o Edgar Rice Burroughs (creador de Tarzan). Por eso nunca firmó con su nombre real las historietas, quería reservarlo para cuando escribiera futuras novelas. No es necesario decir que después de crear a los 4 Fantásticos, Marvel le debe la creación de la mayoría de sus personajes más conocidos.
Como dato curioso, Stan Lee utilizó la aliteración para nombrar a sus personajes: Peter Parker, Matt Murdock, Bruce Banner y otros. Tema aparte es la utilización de los cómics como propaganda en tiempos de guerra. Adolfo Hitler nunca tuvo la menor oportunidad frente al Capitán América.
Fuente:
Julio Edgar Méndez, “El cómic en México”, p. 9 – 10; disponible en julioedgarmendez.com

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