* El estilo de vida es como una persona elige vivir reflejando sus hábitos, comportamientos, actitudes y valores ante la sociedad. Por ejemplo, alguien que quiere proyectar un estilo de vida saludable gastará en alimentos orgánicos y equipos deportivos de alta calidad.
Mantener un estilo de vida implica dos factores:
- Nivel de consumo: Es la cantidad de bienes y servicios que una persona adquiere y utiliza durante un periodo de tiempo.
- Capacidad de pago: Es la habilidad de solventar estos gastos sin exceder los ingresos disponibles.
* Por su parte, la calidad de vida es la forma en que percibes tu nivel de bienestar en los diferentes aspectos de tu vida, por ejemplo:
- Físico: Se refiere al buen funcionamiento del cuerpo, requiere el establecimiento de rutinas saludables.
- Social: Es la calidad de las relaciones con amigos y familiares que te hacen sentir parte de un grupo.
- Económico: Se trata del uso racional y equilibrado de los recursos económicos para satisfacer necesidades evitando el estrés y la ansiedad a futuro.
- Estético: Se refiere a la aceptación de la imagen personal, cuidado del ambiente que nos rodea y valorar la belleza de la naturaleza.
- Intelectual: Se refiere al equilibrio emocional, implicar manejar el estrés, mantener relaciones sanas y una actitud positiva.
- Moral: Consiste en la difusión de los valores, la ciencia y la tecnología al servicio de la sociedad.
- Afectivo: Significa comprender que cada persona es diferente para consolidar las relaciones sociales y familiares, siendo respetuoso con todos.
- Espiritual: Se basa en la necesidad del ser humano por tener ideales específicos y comprometerse con ellos, respetando la vida y creencia de los demás.
Por ejemplo, una persona que se siente feliz y segura de sí misma tiene una alta calidad de vida, incluso con un estilo de vida sencillo sin pretensiones económicas o materiales.
Distinguir entre estilo y calidad de vida es esencial para gestionar tus recursos económicos, sigue estos pasos:
1. Elabora una lista para anotar los gastos que realizas semanal o mensualmente.
2. Identifica cuáles de estos gastos están dirigidos a mantener un estilo de vida y cuáles contribuyen a tu calidad de vida.
Por ejemplo, si gastas en ropa costosa y de marcas reconocidas, clasifícalos como estilo de vida, si inviertes en un gimnasio para mejorar tu estado físico, clasifícalo como calidad de vida.
3. Prioriza los gastos que mejores tu calidad de vida sobre los que mejoren tu estilo de vida.
Por ejemplo, para el bienestar físico prefieres las actividades en espacios abiertos y públicos, en lugar de pagar una mensualidad en un gimnasio reconocido.
4. Separa una cantidad de dinero de tus ingresos para adquirir bienes o servicios que mejoren tu calidad de vida como salud y educación, y limita los gastos en moda y entretenimiento.
Priorizar la calidad de vida
sobre el estilo de vida es el camino para mantener la estabilidad económica a
largo plazo, enfócate en lo que realmente importa para tu bienestar, y limita
las acciones que sólo promuevan una imagen social.
Fundación Carlos Slim – Manejo de dinero.

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