En primer lugar, crea diapositivas claras y simples. Evita usar demasiados gráficos, demasiado texto o demasiada animación. La complejidad visual hace que sea más difícil para las personas absorber la información durante tu presentación, especialmente para aquellos con discapacidad visual o cognitiva. Si la diapositiva usa animación, asegúrate de no dejar atrás a las personas haciendo desaparecer contenidos importantes. Si la gente lee más despacio o dependen de un intérprete, puede que necesiten un poco más de tiempo para absorber el contenido. Evita usar animaciones repetitivas, como intermitentes o parpadeos, ya que pueden distraer y provocar convulsiones.
Sin embargo, simple no tiene por qué significar aburrido. Una simple diapositiva puede ser hermosa e informativa. No intentes concentrar demasiada información o actividad en una sola diapositiva. Si por lo general no usas diapositivas al dar una charla, considera la posibilidad de intentarlo, aunque crees solo una diapositiva con tus puntos principales. Si dependes solo de tu voz, es decir, no proporcionas algún acompañamiento visual, algunas personas pueden tener dificultad para entender, ya sea por un obstáculo lingüístico o por una discapacidad auditiva o cognitiva. Otro consejo es incluir un texto alternativo, también llamado "alt text", para cualquier imagen, dibujo o diagrama. Así se describe la información transmitida en un gráfico para hacerla accesible a las personas que dependen de los lectores de pantalla. Para agregar texto alternativo en Google Slides o PowerPoint, solo tienes que seleccionar el objeto, hacer clic con el botón derecho y seleccionar "alt text".
Se aplica la misma consideración a las tablas. Las tablas pueden ser difíciles de descifrar, sobre todo si usan letra pequeña para que quepan más datos. Si la diapositiva incluye tablas o gráficos con muchos datos, asegúrate de especificar el resultado en la propia diapositiva o en las notas del orador. A continuación, usa siempre texto para la información crítica. No confíes nunca en el color u otro formato visual para transmitir información crítica en una tabla o diapositiva.
Depender demasiado del formato visual excluye a quienes son daltónicos o no pueden ver la pantalla. Por ejemplo, para resaltar una nueva sección de un diagrama de flujo, no basta con usar un color diferente. Junto con el cambio de color, agrega una señal textual, como la palabra "nuevo". Si tu presentación depende en gran medida de las imágenes, considera la posibilidad de incluir un resumen escrito al final de la presentación para que las personas puedan leer con facilidad tus puntos principales en un solo lugar.
Otro consejo consiste en incluir subtítulos para los contenidos de video y en tiempo real. Proporciona subtítulos para todas las grabaciones de audio o video compartidas en tu presentación. Si usas un video de YouTube, comprueba que los subtítulos automáticos de YouTube sean precisos. Si no lo son, solicita subtítulos ocultos a través de un servicio de subtítulos. Usa subtítulos en tiempo real para tu presentación si están disponibles. Además de ayudar a los miembros del público sordos o con problemas de audición, los subtítulos en tiempo real son útiles si hay diversos acentos e idiomas en la sala, si el orador habla demasiado rápido, si hay problemas con el micrófono o si hay miembros del público conversadores que distraen a sus vecinos.
Otro tema que hay que recordar es que para el contraste y el tamaño del texto, más es mejor. La diferencia entre el texto y su color de fondo se denomina relación de contraste. Una relación de alto contraste facilita a las personas la lectura del texto o el descifrado de las imágenes, especialmente si están sentadas lejos o tienen baja visión o daltonismo. Una relación de contraste ideal es de 7:1. Hay herramientas de corrección de contraste disponibles en línea, así que asegúrate de revisarlas.
Las recomendaciones para el tamaño del texto varían, pero más grande suele ser mejor. Antes de que empiece tu presentación, ve al fondo de la sala y asegúrate de que puedes leer tus diapositivas. Además, el uso de mayúsculas hace que la lectura de los textos sea más difícil para algunas personas, como las que padecen dislexia. Cuando sea posible, evita usar todas las letras en mayúsculas. Se trata de un cambio sencillo que puede ayudar mucho.
Comparte tu contenido con antelación. Si es posible, envía las diapositivas a tu público unos días antes de la presentación. Esto le dará al público la oportunidad de revisar el contenido y, si es necesario, hacer arreglos para ajustar sus propias necesidades y preferencias. Por ejemplo, los miembros del público con discapacidad visual pueden querer seguir tus diapositivas en su propio dispositivo con software de lectura de pantalla. Si no puedes compartir tus diapositivas con antelación, considera enviar un documento con un esquema de puntos de tu presentación. Si usas acrónimos o terminología técnica o complicada, incluye un glosario con definiciones. Esta información es especialmente útil para los intérpretes de lenguaje de señas y los subtituladores.
Todas
estas prácticas recomendadas que acabas de aprender te ayudarán a que tus
presentaciones sean accesibles para todos los miembros del público. Recuerda
que no puedes comunicar la información con eficacia si tu público no puede
acceder a ella con facilidad.
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