En primer lugar, tenemos los riesgos de tiempo. Los riesgos de tiempo son la posibilidad de que las tareas del proyecto tarden más de lo previsto en completarse. Debes ser consciente de estos riesgos porque el tiempo es dinero. Una mala gestión del tiempo puede agotar tu presupuesto y molestar a los interesados al causar demoras.
Luego, tenemos los riesgos presupuestarios. El riesgo presupuestario es la posibilidad de que el costo del proyecto aumente debido a una mala planificación o una ampliación del alcance del proyecto. Debes ser consciente del riesgo presupuestario, ya que el presupuesto es la base del control de costos del proyecto. Por ejemplo, si gastas demás, quizás no puedas pagar a los proveedores. Esto puede generar cierto daño a la reputación de la empresa.
Y tenemos el riesgo de alcance. El riesgo de alcance es la posibilidad de que un proyecto no logre los resultados descritos en los objetivos del proyecto. Debes ser consciente de los riesgos de alcance porque los entregables del proyecto pueden no ser aceptables para los interesados o los clientes y eso puede frustrar el propósito de todo el proyecto.
Si bien los riesgos de tiempo, los presupuestarios y los de alcance son muy comunes, hay otros riesgos que son de tipo externo y debes tener en cuenta. Llamamos riesgos externos a aquellos causados por factores ajenos a la empresa, sobre los cuales tienes un control escaso o nulo. Por ejemplo, el proyecto podría recibir el impacto de un riesgo ambiental, como una gran tormenta, o un riesgo legal, como un cambio en los requisitos reglamentarios.
Y también es importante saber que hay innumerables tipos de riesgos. Nunca habrá una receta que indique cómo identificar y gestionar todos los riesgos posibles. Pero, si tienes un plan, estarás mejor preparado para enfrentar todo lo que surja.
Bien, ahora analicemos un cierto tipo de riesgo conocido como punto de falla único. Un punto de falla único es un riesgo que tiene el potencial de ser catastrófico y de detener el trabajo en todo el proyecto. Estos son los riesgos que tienen el poder para detener a todo un equipo en seco, lo que significa que nadie puede avanzar en sus tareas hasta que se resuelva el problema. Como director del proyecto, debes identificar y controlar los puntos de falla únicos del proyecto, ya que pueden perjudicar el cronograma, el presupuesto y el alcance del proyecto.
Otra fuente de riesgo para tener en cuenta son las dependencias. La dependencia es una relación entre dos tareas del proyecto en la que el comienzo o la finalización de una depende del comienzo o la finalización de la otra. Es decir, las dependencias son como enlaces que conectan una tarea del proyecto con otra. Se debe abordar una dependencia antes de que se pueda completar la tarea o antes de que comience otra. Como las dependencias son los enlaces que conectan una tarea del proyecto con otra, a menudo son una gran fuente de riesgo para el proyecto. Si no planificas las dependencias, podrías arriesgar y afectar los plazos del presupuesto o los resultados del proyecto.
Hay dos tipos de dependencias: internas y externas. Las dependencias internas se refieren a dependencias dentro del proyecto que tú y tu equipo controlan. Por otra parte, Las dependencias externas son aquellas que tú no controlas.
Hay
muchos riesgos diferentes que pueden afectar al proyecto, desde riesgos de
tiempo hasta riesgos presupuestarios o de alcance. Pero recuerda, ningún
proyecto está exento de riesgos, y con una cuidadosa planificación inicial, puedes
hacer todo lo posible para evitar que surjan riesgos.
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