El Manifiesto de la metodología Agile se escribió en 2001 y reúne la sabiduría colectiva de las personas que lo idearon a partir de su vasta experiencia y liderazgo intelectual en la industria tecnológica. Si deseas encontrar el Manifiesto, es fácil: escribe agilemanifesto.org en tu navegador de búsqueda.
Vamos a revisarlo. El Manifiesto para el desarrollo de software con metodología Agile establece lo siguiente: Estamos descubriendo mejores formas de desarrollar software haciéndolo y ayudando a otros a hacerlo. Gracias a este trabajo, hemos llegado a valorar a las personas y las interacciones por sobre los procesos y las herramientas, el software funcional por sobre la documentación exhaustiva, la colaboración con el cliente por sobre la negociación de contratos y responder al cambio por sobre seguir un plan. Es decir, si bien los elementos de la derecha tienen su valor, valoramos más los elementos de la izquierda. Ahí tienes el Manifiesto de la metodología Agile y los cuatro valores de Agile. Es una lista corta, pero de un gran impacto.
El Manifiesto afirma que es útil que todos los equipos Agile piensen en ambos lados de cada afirmación durante la ejecución de un proyecto, pero deben encontrar formas de garantizar dar siempre más valor e importancia a lo que está a la izquierda, en lugar de a lo que está a la derecha. A partir de los cuatro valores, se desarrolló un conjunto de 12 principios que recalcaron el mensaje del Manifiesto. Estos valores y principios especifican el porqué, el cómo y el qué de los procesos y la planificación de la gestión de proyectos con la metodología Agile.
Comencemos desde el principio. En primer lugar, el Manifiesto hace hincapié en los individuos y las interacciones por sobre los procesos y las herramientas. En esencia, este valor enfatiza que las personas se comuniquen entre sí, en lugar de usar muchos procesos y herramientas para forzar que las cosas sucedan de cierta manera. Por ejemplo, ¿Alguna vez le has enviado un correo electrónico a alguien con una pregunta y terminaron en un largo intercambio de ida y vuelta debido a simples preguntas de seguimiento o aclaraciones? Lo más probable es que podrías haber obtenido la misma información en menos tiempo con una breve conversación.
Agile quiere asegurarse de que los equipos trabajen juntos, colaboren y se ayuden entre sí para lograr los mejores resultados posibles. Agile también valora las perspectivas individuales y la creatividad. Esto no significa que todos los equipos sean caóticos. El valor solo significa que los procesos y las herramientas deben usarse para facilitar e impulsar una buena gestión de proyectos y una mejor colaboración dentro del equipo, y nunca deben usarse como un obstáculo para que los equipos trabajen bien entre sí.
El segundo valor enfatiza el software funcional por sobre la documentación exhaustiva, lo que significa que los equipos deben priorizar pasar tiempo trabajando en cosas que realmente crean valor y evitar dedicar más tiempo del realmente necesario a debatir, redactar y revisar documentos. Ahora bien, este valor puede parecer que solo se aplica a proyectos de software, pero reemplaza el término “software funcional” con lo que sea que tu proyecto esté intentando entregar. Tal vez el proyecto sea redactar un resumen legal, diseñar un espacio de oficinas o preparar una presentación de ventas. Lo que crea valor es aquello que tu proyecto está intentando entregar. En otras palabras: es más importante entregar el producto que el cliente quiere que documentar exhaustivamente el proceso que usaste.
Ahora veamos el tercer valor: Colaboración con el cliente por sobre la negociación del contrato. En los proyectos Agile, la satisfacción del cliente se considera como la máxima prioridad, que consiste en construir un producto valioso y de alta calidad. En definitiva, si no es valioso para el cliente, entonces no tiene mucho sentido dedicarle tiempo. Cuando en el Manifiesto se habla de contratos, se hace referencia a los documentos oficiales que requieren la aprobación del cliente y un acuerdo formal con este, como esos extensos documentos de requisitos o solicitudes de cambio formales. Agile valora la libertad de colaborar con los clientes desde el principio y a menudo. Al hacerlo, los equipos pueden reaccionar rápidamente y adaptarse a las necesidades de los clientes, en lugar de esperar a negociar las condiciones del contrato solo para hacer algunos cambios o solicitar recursos.
La gestión de proyectos con la metodología Agile sí incluye contratos, pero se hace hincapié en identificar lo que realmente se necesita y dejar espacio para el trabajo colaborativo y centrado en el cliente. Se alienta a los equipos Agile a buscar todas las oportunidades para incluir al cliente o interesado durante la ejecución del proyecto. Por ejemplo, podría ser presentar prototipos anticipadamente, hacer preguntas o reunirse para hacer algunas pruebas iniciales del producto.
Y, por último, tenemos el cuarto valor: responder al cambio por sobre seguir un plan. Este último valor es crucial para un proyecto Agile, ya que Agile surgió de un mundo que estaba cambiando tan rápido que las organizaciones no podían adaptarse y luchaban por sobrevivir. En consecuencia, este valor enfatiza que cada equipo Agile debe reconocer que el cambio es inevitable. Cuanto más grande, más largo y más complejo sea tu proyecto, más incertidumbre habrá. Para muchos proyectos, finalizar un plan consolidado al comienzo del proyecto probablemente conllevará una entrega a tiempo dentro del presupuesto, pero puedes correr el riesgo de no satisfacer las necesidades del cliente o agregar el máximo valor. Como gerente de proyectos, la enseñanza clave que debes recordar es que los proyectos más exitosos son aquellos que pueden integrar el cambio sin problemas. Los gerentes de proyectos que usan la metodología Agile crean y valoran sus planes, pero pueden asumir el cambio y adaptarse si es necesario revisar los planes en cualquier momento durante el proyecto.
Esos son los cuatro valores de Agile: Individuos e interacciones por sobre procesos y herramientas, software funcional por sobre la documentación exhaustiva, colaboración con el cliente por sobre la negociación de contratos, y responder al cambio por sobre seguir un plan.
Lo bueno de Agile es que nos da estos valores y también nos permite encontrar el justo equilibrio entre los dos lados. Es posible que debas ajustar el estilo de tu proyecto para cubrir las necesidades de la industria, la dinámica del equipo y los objetivos organizacionales a fin de encontrar el equilibrio saludable que se adapte a ti y tu equipo. Familiarizarte con los diferentes enfoques, valores y principios de la gestión de proyectos te permitirá estar mejor preparado para gestionar todo tipo de proyectos en todo tipo de industrias.
Fuente:
Coursera-Gestión de Proyectos de Google.

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