Esta parte del estudio de proyecto de inversión puede subdividirse a su vez en 4 partes, que son: determinación del tamaño óptimo de la planta, determinación de la localización óptima de la planta, ingeniería del proyecto y análisis administrativo.
La determinación de un tamaño óptimo es fundamental en esta parte del estudio. Aquí es necesario plantear una serie de alternativas cuando no se conoce y domina a la perfección la tecnología que se empleará. Más vale prevenir que lamentar.
Acerca de la determinación de la localización óptima del proyecto, es necesario tomar en cuenta no sólo factores cuantitativos, como pueden ser los costos de transporte, de materia prima y el producto terminado, sino también los factores cualitativos, tales como apoyos fiscales, el clima, la actitud de la comunidad, y otros.
Sobre la ingeniería del proyecto se puede decir que, técnicamente, existen diversos procesos productivos opcionales, que son básicamente los muy automatizados y los manuales. La elección de alguno de ellos dependerá en gran parte de la disponibilidad de capital.
Para mí, sin lugar a dudas es la parte más importante del proyecto, por encima del estudio de mercado (ya que teniendo ingenio se puede crear mercado más allá de lo que se llega a fijar) y de los estudios económicos y de evaluación (que ya se verán tanto en resumen como con mayor detalle en un futuro próximo), debido a que aquí se determina la forma de operar la empresa, y por más que pueda disponer de un amplio mercado, o que en términos contables pueda ser redituable, si el proceso de elaboración/venta está mal o tiene diversos problemas que no dan lugar a tener un margen de maniobra, el proyecto de inversión tendrá que ser replanteado, porque de seguir ignorando los detalles que presente el estudio técnico, el fracaso en el emprendimiento de un negocio está más que garantizado.
Fuente: Gabriel Baca-Evaluación de Proyectos.
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