Las actividades económicas

Consisten en la elección de alternativas de utilización de los recursos disponibles. A lo largo de la evolución  humana, los individuos han podido determinar aquellas actividades que consideran preferentes o imprescindibles para resolver los problemas más apremiantes de una colectividad. Las principales actividades económicas históricas son las siguientes:

·         Actividades de Supervivencia: Los seres humanos aprovechaban los recursos disponibles, sin transformarlos, con la finalidad de garantizar la supervivencia, por medio de la recolección, la caza y la pesca.

·         Actividades de Autoconsumo: Los individuos comienzan a poner en práctica mecanismos para incrementar el número de recursos disponibles por medio de las actividades económicas más sofisticadas, que les permiten reproducir y multiplicar la provisión de los satisfactores a su alcance, desarrollando la agricultura y la gandería.

·         Actividades de Intercambio: Conforme los seres humanos se especializan en la realización de las actividades destinadas a transformar y multiplicar los recursos naturales, la producción de bienes se vuelve más eficiente, por lo cual se obtienen cantidades mayores de satisfactores, cuyos excedentes son intercambiados con aquellos individuos que se han especializado en la elaboración de otros bienes.

Con el transcurso del tiempo, nuevas actividades económicas se fueron gestando al mismo tiempo que las civilizaciones humanas fueron avanzando, otorgando de esta manera la siguiente clasificación de actividades económicas:

·         Primarias: Dedicadas a la obtención o extracción de materias primas. Abarca a la agricultura, ganadería, pesca, silvicultura, minería, etc.

·         Secundarias: Dedicadas a la transformación de las materias primas. Contempla todo tipo de insdutria (petrolera, siderúrgica, cementera, textilera, etc.)

·         Terciarias: Son aquellas dedicadas a la distribución de los bienes producidos y a los servicios (Ejemplos: Bancos, Hospitales, Supermercados, Telefonía, etc.)

Fuente: Vive la Economía 2 (Progreso Editorial).