La renta y el gasto






Uno de los objetivos fundamentales de la macroeconomía es explicar por qué fluctúa la producción en torno a su nivel potencial. El crecimiento es sumamente irregular. En las expansiones y recesiones cíclicas, la producción aumenta y disminuye en relación con la tendencia de la producción potencial. La pieza clave de este modelo es la interdependencia de la producción y el gasto: el gasto determina la producción y la renta, pero la producción y la renta también determinan el gasto. Como consecuencia de la interdependencia del gasto y de la producción, los incrementos del gasto autónomo elevan aún más la demanda agregada.

La demanda agregada y la producción equilibrio.
La demanda agregada es la cantidad total de bienes que se demandan en la economía. Distinguiendo entre los bienes demandados para consumo (C), para inversión (I), por el Estado (G), y exportaciones netas (NX), la demanda agregada (DA) viene dada por la ecuación:


La producción se encuentra en su nivel de equilibrio cuando la cantidad producida es igual que la demandada. Por lo tanto, una economía se encuentra en el nivel de producción de equilibrio cuando:


Cuando la demanda agregada no es igual que la producción, hay inversión no planeada en existencias o desinversión, lo que se resume por medio de la siguiente ecuación:


Donde IU representa los aumentos no planeados de las existencias. Si la producción es mayor que la demanda agregada, hay inversión no planeada en existencias, IU>0. A medida que se acumula el exceso de existencias, las empresas reducen la producción hasta que ésta y la demanda agregada vuelven a encontrarse en equilibrio. En cambio, si la producción es inferior a la demanda agredía, se recurre a las existencias hasta que se restablezca el equilibrio.

La función de consumo y la demanda agregada.
En la práctica, la demanda de bienes de consumo no se mantiene constante, sino que aumenta con la renta: las familias que tienen una renta más alta consumen más que las familias que tienen una renta más baja y los países en los que la renta es más alta suelen tener unos niveles más elevados de consumo. La función de consumo describe la relación entre el consumo y la renta.

Suponemos que la demanda de consumo aumenta con el nivel de la renta:

                            

La variable , que es la ordenada en el origen, representa el nivel de consumo cuando la renta es 0. La pendiente de la función de consumo es c. A lo largo de esta función, el nivel de consumo aumenta con la renta. El coeficiente c es suficientemente importante para que tenga un nombre especial, a saber, propensión marginal a consumir. La propensión marginal a consumir es el aumento que experimenta el consumo por cada aumento unitario de la renta. La propensión marginal a consumir es menor que 1, lo cual implica que de cada aumento de la renta de un dólar, sólo se gasta en consumo una parte, c.

El consumo y el ahorro.
Si no se gasta, debe ahorrarse. La renta o se gasta o se ahorra; no puede utilizarse para otros fines. Por lo tanto, cualquier teoría que explique el consumo explica la conducta del ahorro.

En términos más formales, la siguiente ecuación establece que la renta que no sea gastada en consumo se ahorra:

La ecuación establece por definición que el ahorro es igual a la renta menos el consumo.

La fórmula de la producción de equilibrio.
La determinación de la producción de equilibrio también puede expresarse algebraicamente por medio de la ecuación de la condición de equilibrio del mercado de bienes, según la cual la producción debe ser igual a la demanda agregada:

Y=DA

Sustituyendo DA tenemos la siguiente condición de equilibrio:

               

Por lo tanto, el nivel de producción de equilibrio es más alto cuanto mayor es la propensión marginal a consumir, c, y mayor el nivel del gasto autónomo.

El multiplicador.
Supongamos primero que aumentara la producción en $1 en respuesta al aumento del nivel del gasto autónomo. Este aumento de la producción y de la renta provocaría, a su vez, un nuevo gasto inducido al aumentar el consumo como consecuencia del aumento del nivel de renta. De cada dólar adicional de renta se consume una proporción c. Supongamos ahora que la producción aumenta de nuevo para satisfacer este gasto inducido, es decir, que la producción y, por lo tanto, la renta aumentan en 1+c. De esa manera, sigue habiendo un exceso de demanda, ya que la expansión de la producción y de la renta en 1+c provocará un nuevo gasto inducido.

La primera ronda comienza con aumento del gasto autónomo . A continuación aumenta la producción para satisfacer exactamente el aumento de la demanda. Por lo tanto, la producción aumenta en . Este aumento provoca un aumento equivalente de la renta y, por lo tanto, a través de la propensión marginal a consumir, c, da lugar en la segunda ronda a un gasto mayor de la cuantía c . Supongamos de nuevo que aumenta la producción para hacer frente  a este aumento del gasto. En esta ocasión, el ajuste de la producción es c , al igual que el aumento de la renta. Este ajuste da lugar a una tercera ronda de gasto inducido igual a la propensión marginal a consumir multiplicada por el aumento de la renta c(c )=c² . Dado que la propensión marginal a consumir, c, es menor que 1, el término c² es menor que c, por lo que los gastos inducidos de la tercera ronda son menores que los de la segunda.

Si expresamos las sucesivas rondas de aumento del gasto, partiendo del aumento inicial de la demanda autónoma, tenemos que:


Dado que c<1, los sucesivos términos de la serie son progresivamente menores. De hecho, se trata de una progresión geométrica, por lo que la ecuación se simplifica y se convierte en


A partir de la educación observamos que l variación acumulada del gasto agregado es igual a un múltiplo del incremento del gasto autónomo, tal como hemos deducido. El múltiplo  se denomina multiplicador. El multiplicador es la cantidad en la que varía la producción de equilibrio cuando la demanda agregada autónoma aumenta en 1 unidad. La definición general del multiplicador es , que es la variación que experimenta la producción de equilibrio cuando la demanda agregada aumenta en 1 unidad. En este caso específico, omitiendo al Estado y el comercio exterior, definimos el multiplicador como , donde:

Observando la ecuación, veremos que cuanto mayor es la propensión marginal a consumir, mayor es el multiplicador. Se debe a que si la propensión marginal a consumir es alta, se consume una proporción mayor de cada dólar adicional de renta y, por lo tanto, se añade a la demanda agregada, lo cual provoca un aumento inducido mayor de la demanda.

El Estado.
El Estado influye directamente en el nivel de renta de equilibrio de dos maneras distintas. En primer lugar, su compra de bienes y servicios, G, constituye un componente de la demanda agregada. En segundo lugar, los impuestos y las transferencias influyen en la relación entre la producción y la renta, Y, y en la renta disponible que va a parar a los hogares, YD. La renta disponible (YD) es la renta neta de que disponen los hogares para gastar una vez reducidas las transferencias del Estado y pagados los impuestos. Está formada, pues, por la renta más las transferencias menos los subsidios .

El último paso consiste en especificar la política fiscal. La política fiscal es la política del gobierno relacionada con el nivel de compras del Estado, con el nivel de transferencias y con la estructura impositiva. Suponemos que el Estado compra una cantidad constante, , que realiza una cantidad de transferencias ; y que establece un impuesto proporcional sobre la renta, recaudando una proporción, t, de la renta en forma de impuestos. La recaudación de impuestos y, por lo tanto, YD, C y DA dependen del tipo impositivo que asigne el gobierno en su política fiscal.

Aunque la propensión marginal a consumir a partir de la renta disponible sigue siendo c, ahora la propensión marginal a consumir a partir de la renta es c(1-t), donde 1-t es la proporción de la renta que queda una vez deducidos los impuestos.

Los impuestos sobre la renta y el multiplicador.
Los impuestos sobre la renta reducen el multiplicador, porque reducen el aumento del consumo inducido por las variaciones de la renta. La inclusión de los impuestos reduce la pendiente de la curva de demanda agregada y, por lo tanto, el del multiplicador.

Los impuestos sobre la renta como estabilizadores automáticos.
El impuesto proporcional sobre la renta es uno de los ejemplos del concepto de estabilizadores automáticos. Un estabilizador automático es cualquier mecanismo de la economía que reduce automáticamente (es decir, sin la intervención del estado caso por caso) la cantidad en que varía la producción cuando varía la demanda autónoma.

Efectos de un cambio de Política Fiscal.
Las variaciones del gasto público y de los impuestos afectan al nivel de la renta, parece que podemos utilizar la política fiscal para estabilizar la economía. Cuando está se encuentra en una recesión o está creciendo lentamente, quizá se debería bajar los impuestos o incrementar el gasto para elevar la producción. Y cuando se encuentra en una expansión, quizá se debería subir los impuestos o reducir el gasto público para volver al pleno empleo.

El Presupuesto.
El superávit presupuestario es la diferencia entre los ingresos del estado, que son los impuestos, y sus gastos totales formados por las compras de bienes y servicios y las transferencias.


Un superávit presupuestario negativo, es decir, un exceso del gasto sobre los impuestos, es un déficit presupuestario.


Fuente: Dornbusch, Fischer & Startz – Macroeconomía.

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