Selva húmeda. Plantas










Este exuberante ecosistema se asocia a climas húmedos y cálidos en áreas de baja elevación hasta 1000 metros sobre el nivel del mar. En nuestro país, la selva se encuentra en la vertiente del golfo, desde el sur de San Luis Potosí hasta la frontera con Guatemala, tocando el norte de Hidalgo, a lo largo de Veracruz, porciones de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, y la mayor parte del territorio de Campeche y Quintana Roo. Actualmente ocupa un total de 14,649,200 hectáreas, que es el 7.4 % de la cubierta vegetal de nuestro país. Se caracteriza por tener una gran cantidad de especies vegetales. El color de la madera de sus árboles, algunos más de 50 m de altura, varía desde las muy claras hasta las muy oscuras, como la caoba. La selva puede dividirse en tres estratos principales: el nivel arbóreo, compuestos por los grandes árboles rectos; el sotobosque, donde se desarrollan las plantas entre 5 y 7 m de altura, y finalmente el estrato bajo, o piso del sotobosque, poblado por helechos, plantas rastreras y los renuevos o plántulas. En este último ambiente, las plantas enfrentan la falta de luz, pues el nivel arbóreo impide su paso hacia abajo, lo cual ha provocado la existencia de plantas trepadoras, que se enredan en los troncos de los grandes árboles hasta alcanzar las zonas iluminadas. También están las plantas epífitas – que crecen sobre otra planta –, como las bromelias y las orquídeas, y finalmente las plantas estranguladoras, llamadas también matapalos, que germinan sobre las ramas de los árboles y se desarrollan rápidamente, sobre todo hacia el suelo, hasta que logran arraigarse.


Desafortunadamente, el impacto de las actividades del hombre sobre la selva húmeda ha sido muy grande desde los tiempos prehispánicos en algunas partes del país. El crecimiento de la población, la apertura de vías de comunicación, la quema de terrenos para la siembra, la ganadería y la sobreexplotación de maderas preciosas como la caoba, han provocado la disminución paulatina de este ecosistema.

Platanillo.
Reciben este nombre varias plantas herbáceas, que tienen cierto parecido con el plátano, pero generalmente son mucho más pequeñas. Tienen el tallo cilíndrico, verde y liso. Las flores son grandes, viscosas, angostas en la base, de color rojo, amarillo o amarillo rojizo, con manchas rojas o anaranjadas en algunas de sus partes. Es planta cultivada, y se usa como ornato en jardines de tierra caliente y templada; también puede crecer silvestre. Comúnmente se llama bandera o coshú.

Ceiba.
Es un árbol de hasta 40 m de altura y 3 m de diámetro. El tronco es grande y bien desarrollado y termina en una copa extendida; las ramas son gruesas, verdes o gris verdosas. Sus flores son vistosas, muy grandes y van agrupadas. Florece de Diciembre a Marzo. La medicina popular usa la savia de este árbol contra la conjuntivitis, y la cocción de la corteza para el tratamiento de los riñones. De las semillas, que son comestibles, se extrae un aceite de olor agradable que puede ser utilizado en la cocina. Este árbol era considerado por los antiguos mayas como el eje que unía el cielo, la superficie terrestre y el mundo de los muertos.

Bromelia.
Planta en forma de roseta con flores vistosas. La mayoría son plantas aéreas o epífitas, es decir, que viven sobre otras plantas pero no se alimentan de ellas; otras viven en el suelo. Algunos ejemplares son de tamaño extraordinario y parecen magueyes creciendo en lo alto de la selva. Por la forma en que las hojas se acomodan con respecto al tallo, almacenan agua, en la que viven organismos como insectos y ranas. En algunos lugares los viajeros sedientos toman esta agua. Existen cerca de 1000 especies de bromelias y la más famosa de ellas es la piña.

Árbol de chicle.
Es un árbol selvático de hasta 30 m de altura, cuya madera es apreciada por su resistencia, como se ha comprobado al encontrarse en excelente estado en ruinas mayas. De él no sólo se extrae la resina o látex para los chicles, sino que además sus frutos tienen excelente sabor. El proceso de fabricación de chicle dura nueve meses aproximadamente: la resina se obtiene haciendo incisiones en la corteza, o bien del fruto verde. Después se hierve con agua en enormes vasijas de metal durante dos horas. Ya endurecido, finalmente se corta en bloques. Mascar chicle es una antigua costumbre prehispánica. La palabra chicle proviene del náhuatl tzictli.

Cicadácea.
Es una planta similar a una palmera, de 2 a 4 m de altura, con las hojas compuestas por numerosas hojuelas angostas, rígidas y puntiagudas. Las semillas se encuentran en un cono de hasta 50 cm de largo que permanece en la planta durante varios años. Crecen sólo unos milímetros al año: las plantas grandes son milenarias. Sus hojas se emplean para hacer cestas, y su uso inmoderado como planta de ornato la ha convertido en una especie en peligro de extinción. Se considera un fósil viviente, pues se sabe que estas plantas existían desde la época de los dinosaurios.

Mafafa.
Pertenece a la familia del alcatraz y la cuna de Moisés. Es una planta que crece en la orilla de arroyos y charcos. Tiene hojas muy grandes que llegan a medir hasta un metro y medio; esto la convierte en una de las plantas con hojas más grandes que existen en México. Crece de preferencia en climas cálidos y húmedos. Su flor es en realidad una inflorescencia compuesta por hojas muy pequeñas que se encuentran en la espiga central, protegidas por una hoja de color blanco. Es muy común verla en parques y jardines de las zonas tropicales.

Higuera estranguladora.
Es un árbol de hasta 30 m de altura con un abundante líquido lechoso o látex en la corteza y en sus partes verdes, que crece en bosques tropicales en altitudes de 0 a 1500 m. Los frutos pueden ser comestibles, pero no se consumen en todas partes. Algunos de estos árboles empiezan a crecer sobre las ramas de otro árbol, cuando una semilla de esta especie queda incrustada en alguna hendidura. Con el tiempo, rodean el tronco del primer árbol y terminan por sofocarlo: de ahí que viene el nombre de matapalo con el que también se les conoce. En la época prehispánica, la corteza se usaba para fabricar papel.  



Fuente: Bancomer – Álbum de la Naturaleza de México, p. 22 – 23.

1 comentario:

La recomendación del momento

Fernán Silva Valdés – Ha caído una estrella

¡Qué lindo, vengan a ver qué lindo: en medio de la calle ha caído una estrella;

Lo más popular de la semana