Los motivos de la expansión europea

La importancia de la sal y las especias.
Existen unos organismos tan pequeños que no se les puede mirar a simple vista. Se llaman hongos y bacterias, y cuando se comen algún alimento, hacen que éste se descomponga, sepa feo y huela mal, hasta que finalmente se pudre y a quien se lo come, le causa daño.

Los europeos de hace quinientos años no sabían de la existencia de las bacterias y los hongos, pero habían encontrado formas para que sus alimentos no se echaran a perder. Les agregaban sal y unas plantas aromáticas llamadas especias, las cuales crecían en varias regiones de Asia, y hasta ahí iban a comprarlas.

Especias son, por ejemplo, la pimienta y el clavo, la canela y el tomillo.

Todo iba bien, al menos hasta que unas personas, llamadas turcos otomanos, cerraron a los europeos la única puerta que éstos tenían para llegar a Asia: la ciudad de Constantinopla. Desesperados, los europeos no podían dormir imaginando nuevas rutas para llegar hasta donde podían conseguir las especias que tanta falta les hacían.

Seda, oro y plata, los preciosos materiales.
La seda es uno de los materiales más bellos de cuantos ha fabricado el ser humanos. Con ella pueden confeccionarse preciosos vestidos, tanto para hombres y mujeres como – por supuesto – para niños. A los europeos les encantaba la seda porque se sentían muy elegantes cuando la usaban.

También se interesaban mucho por el oro y la plata. El oro tiene la cualidad de mantenerse reluciente durante mucho tiempo y es un metal difícil de encontrar. La plata, por su parte, es un metal blanco con el cual se pueden fabricar joyas exquisitas y monedas. La plata y el oro concedían prestigio y poder a quienes los poseían. Además, con ellos – sobre todo con la plata – se fabricaban las monedas con que se comerciaba por toda Europa.

Pero en los tiempos en que los turcos otomanos se apoderaron de Constantinopla, iba siendo cada vez más difícil encontrar en la propia Europa plata y oro. En Alemania había minas muy ricas, de las que los europeos habían extraído tanta planta que pronto se terminó.

Además de que ya no tenían acceso a las especias, a los europeos les desesperaba que su plata y su oro se estuvieran agotando tan pronto, y más en un momento en que el comercio había crecido tanto que estos metales iban siendo cada vez más importantes.

No había otro remedio que buscar más oro y más plata en donde los hubiera, sin importar que fuera necesarios trasladarse a lugares muy alejados de Europa.

La necesidad de conseguir especias y metales preciosos (oro y plata) fue uno de los motivos más importantes para que los europeos se decidieran a explorar regiones del mundo hasta entonces desconocidas.



Fuente: Supertareas 4, Fernández Editores.








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