Nuestro hogar en el sistema solar

A lo largo de la historia muchos pueblos han adorado al Sol como a su dios más importante. Por ejemplo, los aztecas diariamente le dedicaban complicados rituales para alimentarlo y asegurar así su renacimiento cada mañana.


Aunque en aquel momento los hombres no contaban con grandes conocimientos científicos respecto al Sol, intuían que sin él no sería posible la vida en la Tierra y en eso tenían toda la razón.

La familia del Sol.
La Tierra forma parte de una familia: la del sistema solar. Junto con siete planetas más, la Tierra viaja a través del universo girando alrededor del Sol. En astronomía la palabra sistema es usada para designar a un grupo de cuerpos que se mantienen juntos guardando una organización determinada. Nuestro sistema solar está formado por el Sol y sus ocho planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Una enorme bola gaseosa.
El Sol es un millón de veces más grande que nuestro planeta. Está formado, sobre todo, por hidrógeno. Comparado con los 100,000,000,000 de estrellas de nuestra galaxia, el Sol no tiene nada de especial. Sin embargo, para los humanos es la estrella más importante, porque nos ilumina, calienta y provee de energía.

El Sol mantiene a los planetas en sus órbitas y regula su velocidad. Cada planeta controla sus satélites o lunas, pero no todos tienen; sin embargo, la totalidad obedece al Sol. Cada planeta se mueve a distinta velocidad. Por ejemplo, Mercurio, el planeta más cercano al Sol, se mueve a casi 48 mil kilómetros por segundo y da una vuelta completa a su órbita en aproximadamente 90 días. En cambio, el planeta enano de Plutón, es diez veces más lento que Mercurio y tarda ¡248 años en completar una vuelta alrededor del Sol!

Los otros miembros de la familia.
La palabra planeta es de origen griego y significa astro errante. Además del Sol y los planetas, un conjunto de lunas, cometas y asteroides pertenece también al sistema solar.

Entre Marte y Júpiter se encuentran cientos de asteroides, rocas de distintas formas y tamaños, los cuales, al igual que los planetas, siguen una órbita determinada alrededor del Sol. Uno de ellos se llama Hidalgo, en honor del llamado ‘Padre de la Patria Mexicana’.

Los cometas son otros miembros de la familia. Antiguamente se creía que presagiaban calamidades. Moctezuma creyó ver en un cometa el augurio de grandes desgracias para el pueblo azteca, este anuncio casualmente se confirmó con la llegada de los españoles.

Los cometas se componen de núcleo, cabellera y cola. Se conocen más de 400, entre los cuales uno de los más célebres es el Halley, que es visible desde la Tierra cada 76 años. La última vez que se le vio fue en 1986.



Fuente: Supertareas 4, Fernández Editores.









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