Balance General

La palabra balance es una derivación de balanza, la cual proviene del latín bilancis, que se compone de bis, que significa dos, y lancis, que quiere decir platos o platillos; es decir, la palabra “balance” representa siempre la igualdad de dos cosas o grupos de cosas que se colocan en dichos platos.


Los recursos poseídos por la entidad económica (activos), las obligaciones contraídas por la posesión de tales recursos (pasivos) y el derecho de los propietarios sobre la diferencia entre los activos y pasivos (capital contable), los cuales se presentan en el balance general o estado de situación financiera.

La situación financiera que se comunica por medio del balance general se refiere sustancialmente a la manera en que la entidad ha utilizado o aplicado los recursos para la realización de sus fines (activo), y las fuentes, origen o procedencia de tales recursos, ya sean externas (pasivo) o internas (capital contable).

En el sentido contable, al hablar de la situación financiera, se hace referencia, por una parte, al manejo de los recursos económicos que la entidad controla y, por otra, a la estructura de sus fuentes de financiamiento, es decir, qué recursos posee y de dónde provienen.

El conocimiento del manejo de los recursos financieros que controla, permiten al usuario evaluar la posibilidad de obtención de rendimientos y la evolución de tales recursos.

Por otra parte, conocer la estructura de las fuentes de financiamiento le permite evaluar la capacidad de la entidad para retribuir y pagar a dichas fuentes de financiamiento, y estar en condiciones de prevenir las necesidades de recursos en el corto o el largo plazo y analizar la capacidad de la entidad para realizar inversiones a futuro.

Esta información es útil para los actuales y posibles inversionistas y acreedores, así como para otros usuarios que han de tomar decisiones racionales de inversión y de crédito.

En concordancia, el análisis conjunto de sus recursos y fuentes de financiamiento, especialmente en el corto plazo (liquidez), es útil para evaluar la capacidad de la entidad para solventar, amortizar y negociar sus fuentes de financiamiento (estabilidad), así como para analizar la capacidad de realizar futuras inversiones. Además, le permite conocer la solvencia de la entidad, es decir, la disponibilidad de efectivo con una perspectiva a largo plazo para cumplir con los compromisos financieros según venzan las deudas.

De su estudio, análisis e interpretación, los encargados de tomar decisiones podrán conocer:
  La liquidez o capacidad de pago inmediata o a corto plazo de la empresa para hacer frente a sus compromisos u obligaciones financieras a corto plazo. El término liquidez hace referencia a la disponibilidad de efectivo en un futuro próximo, después de considerar el pago de los compromisos financieros del periodo.
  El capital de trabajo, que es igual a la diferencia entre los activos circulantes y los pasivos circulantes.
  El porcentaje de los recursos del negocio aportado por los acreedores y por los propietarios, para conocer quién posee en realidad la entidad y prevenir los riesgos de que la empresa quede en manos de los acreedores.
  El rendimiento o rentabilidad sobre la inversión (retorno de activos), que se conocerá mediante la comparación de las utilidades que reporte el estado de resultados, las cuales aparecen en el balance general dentro del capital ganado, con el total de activos que corresponde a la inversión o recursos que muestra balance, para saber si la empresa es rentable o no; es decir, si se trata de un negocio bueno o malo.
  Otros.

El balance general se debe elaborar con los saldos de las cuentas del activo, pasivo y capital contable que se obtengan al finalizar el periodo contable o ejercicio. En su confección material se utiliza una serie de columnas para mostrar debidamente valuadas y presentadas las cuentas del activo, pasivo y capital contable. El uso de las columnas depende tanto de la forma de presentación como del número de cuentas o grupos de éstas que formen la contabilidad de la entidad.

Es importante resaltar que, en cualquier caso, se debe procurar que la información se muestre de manera objetiva, tal como lo requieren las características particulares de la información financiera, es decir, que sea clara y comprensible. Las columnas son la parte de los estados financieros destinadas a anotar los valores (importes de las cuentas, grupos y totales).

Cuando se inicie un renglón, se debe anotar el signo de moneda ($), que no se volverá a escribir en las siguientes cantidades si no ha habido algún corte (se conoce como corte, la línea que limita o corta una columna); después de cada corte, se volverá a anotar el signo de moneda ($).


Fuente: 
Álvaro Javier Romero López – Principios de Contabilidad.









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