Nació en Estados Unidos en 1926. Comenzó su trabajo como profesional de la calidad en 1952 en una escuela médica, donde ponía gran empeño en los clientes y en los procesos. Aquí es donde le surge la idea de cero defectos, la cual se enfoca en elevar las expectativas de la administración y motivar y concientizar a los trabajadores acerca de la calidad, aspecto que Halpin define como “promover un constante y consciente deseo de hacer el trabajo bien siempre”. Este enfoque toma fuerza en la empresa de Martín Marrieta y luego en su propia empresa de consultoría, donde se dedicó a la calidad hasta el año 2001, cuando murió.Crosby da gran importancia al aspecto de la motivación y las
expectativas; y en algunas ocasiones contraría las teorías de Deming, quien ve la
calidad como un problema sistémico en el que la alta dirección tiene la mayor
parte de la responsabilidad. Varias obras publicadas por Crosby ayudaron a
definir el papel que los ejecutivos deben desempeñar para tener organizaciones
de calidad: Calidad sin lágrimas, La calidad no cuesta, Organizaciones
permanentemente exitosas y La calidad y yo.
Fue el autor de los cuatro pilares de la calidad, fuente de inspiración para
continuar su movimiento hacia la calidad: participación y actitud de la
administración, administración profesional de la calidad, programas originales (con los 14 principios) y el reconocimiento.
Luz Angela Aldana de Vega, et.al, ‘Administración por calidad’, Editorial Alfaomega & Universidad de La Sabana, p. 25 – 26.
Comentarios
Publicar un comentario
Si deseas comentar dentro de la línea del respeto, eres bienvenido para expresarte