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Las funciones de los Espíritus Supremos

Los siete grupos de Espíritus Supremos constituyen el núcleo de la familia funcional de la Tercera Fuente y Centro, en su capacidad tanto del Espíritu Infinito como del Actor Conjunto. El dominio de los Espíritus Supremos se extiende desde la presencia de la Trinidad en el Paraíso hasta el funcionamiento de la mente de la orden mortal evolucionaria en los planetas del espacio. De esta manera pues unifican los niveles administrativos descendentes y coordinan las funciones múltiples del personal de los mismos. Bien sea un grupo de Espíritus Reflexivos en enlace con los Ancianos de los Días, un Espíritu Creativo que actúa en concierto con un Hijo Micael, o bien los Siete Espíritus Rectores en el circuito que rodea la Trinidad del Paraíso, la actividad de los Espíritus Supremos se encuentra en todos lados en el universo central, los superuniversos y los universos locales. Funcionan del mismo modo con las personalidades Trinitarias de la orden de “los Días” y con las personalidades Paradisiacas de la orden de “Hijos”.

Juntamente con su Espíritu Materno Infinito, los grupos de Espíritus Supremos son los creadores inmediatos de la vasta familia de criaturas de la Tercera Fuente y Centro. Todas las órdenes de los espíritus ministrativos surgen de esta asociación. Los supernafines primarios se originan en el Espíritu Infinito; los seres secundarios de esta orden son creados por los Espíritus Rectores; los supernafines terciarios por los Siete Espíritus de los Circuitos. Los Espíritus Reflexivos, colectivamente, son las matrices de una maravillosa orden de huestes angélicas, los poderosos seconafines de servicio superuniversal. Un Espíritu Creativo es la madre de las órdenes angélicas de una creación local; estos ministros seráficos son originales en cada universo local, aunque siguen el modelo original del universo central. Todos estos creadores de espíritus ministrativos son ayudados tan sólo indirectamente por la morada central del Espíritu Infinito, la madre original y eterna de todos los ministros angélicos. 

Los siete grupos de Espíritus Supremos son los coordinadores de la creación habitada. La asociación de sus jefes dirigentes, los Siete Espíritus Rectores, parece coordinar las extensas actividades de Dios el Séptuple: 

1. Colectivamente los Espíritus Rectores son casi equivalentes al nivel de divinidad de la Trinidad de las Deidades del Paraíso. 

2. Individualmente ellos agotan las posibilidades asociables primarias de la Deidad triuna. 

3. Como representantes diversificados del Actor Conjunto se constituyen en fideicomisarios de esa soberanía de espíritu mente poder del Ser Supremo que él aún no ejerce personalmente. 

4. A través de los Espíritus Reflexivos ellos sincronizan los gobiernos superuniversales de los Ancianos de los Días con Majeston, el centro paradisiaco de la reflexividad universal. 

5. En su participación en la individualización de las Ministras Divinas del universo local, los Espíritus Rectores contribuyen al último nivel de Dios el Séptuple, la unión Hijo Creador —Espíritu Creativo de los universos locales. 

La unidad funcional, inherente en el Actor Conjunto, se revela a los universos en evolución en los Siete Espíritus Rectores, sus personalidades primarias. Pero en los superuniversos perfeccionados del futuro esta unidad será indudablemente inseparable de la soberanía experiencial del Supremo.

Fuente:
Fundación Urantia, “El libro de Urantia”, p. 227 – 228.

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