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Los Autogobiernos de los Micaeles

Existen siete grupos de Hijos Creadores autootorgadores y están así clasificados de acuerdo con el número de veces que se han otorgado a las criaturas de sus reinos. Van desde la experiencia inicial hacia arriba a través de cinco esferas adicionales de autootorgamientos progresivos hasta lograr el episodio séptimo y final de experiencia de Creador-criatura.

La Soberanía en un Universo Local

Un Hijo Creador recibe los límites de un universo por consentimiento de la Trinidad del Paraíso y con la confirmación del Espíritu Rector supervisor del correspondiente superuniverso. Dicha acción constituye el título de posesión física, una tenencia cósmica. Pero la elevación de un Hijo Micael desde esta etapa inicial y autolimitada de gobierno a la supremacía experiencial de la soberanía autoganada viene como resultado de sus propias experiencias personales en la tarea de crear un universo y otorgarse en una encarnación. Pero hasta lograr ganar la soberanía por medio de los autootorgamientos, gobierna como vicerregente del Padre Universal.

Los Creadores de los Universos Locales

La orden primaria de los Hijos del Paraíso son los diseñadores, creadores, constructores y administradores de sus respectivos dominios, los universos locales del tiempo y del espacio, las unidades básicas creadoras de los siete superuniversos evolucionarios. Se le permite a un Hijo Creador seleccionar la ubicación espacial de su actividad cósmica futura, pero antes de que pueda comenzar siquiera la organización física de su universo, debe pasar un largo período de observación dedicado al estudio de los esfuerzos de sus hermanos mayores en varias creaciones ubicadas en el superuniverso de su acción proyectada. Y antes de todo esto, el Hijo Micael habrá completado su prolongada y singular experiencia de observación en el Paraíso y de capacitación en Havona.

El Origen y la Naturaleza de los Hijos Creadores

Cuando la plenitud de la ideación espiritual absoluta en el Hijo Eterno se encuentra con la plenitud del concepto absoluto de personalidad en el Padre Universal, cuando dicha unión creadora se alcanza final y plenamente, cuando ocurren tan absoluta identidad de espíritu y tan infinita unidad de concepto de la personalidad, entonces, sin pérdida de nada de personalidad o de la prerrogativa de ninguna de las dos Deidades infinitas, en ese mismo momento, destella a la existencia completa un nuevo y original Hijo Creador, el único Hijo del ideal perfecto y de la poderosa idea cuya unión produce esta nueva personalidad creadora de poder y perfección.

Los Hijos Creadores Paradisiacos

LOS Hijos Creadores son los hacedores y gobernantes de los universos locales del tiempo y del espacio. Estos creadores y soberanos universales son de origen dual, incorporando las características de Dios el Padre y Dios el Hijo. Pero cada Hijo Creador es distinto a todos los demás; cada uno es único en su naturaleza así como también en su personalidad; cada uno es el “Hijo unigénito” del perfecto ideal divino de su origen.

El Ministerio de los Dainales en los Universos Locales

Los Hijos Espirituales Paradisiacos son seres singulares de origen en la Trinidad y las únicas criaturas trinitarias tan completamente asociadas con la conducta de los universos de origen dual. Están dedicados afectuosamente al ministerio de instrucción a las criaturas mortales y de las órdenes inferiores de los seres espirituales. Comienzan sus labores en los sistemas locales y, de acuerdo con la experiencia y el logro, avanzan hacia adentro a través del servicio en las constelaciones a las tareas más elevadas de la creación local. Después de haber sido certificados, pueden tornarse embajadores espirituales en representación de los universos locales de su servicio.

Los Hijos Instructores Trinitarios

Estos Hijos Paradisiacos altamente personales y altamente espirituales son traídos a la existencia por la Trinidad del Paraíso. Se los conoce en Havona como la orden de los Dainales. En Orvonton están registrados como Hijos Instructores Trinitarios, llamados así por su parentesco. En Salvington a veces se los denomina Hijos Espirituales Paradisiacos.

Las Carreras de Autootorgamiento en Semejanza de los Mortales

El método por el cual un Hijo Paradisiaco se prepara para la encarnación mortal como Hijo autootorgador, llegando a nacer de una madre en el planeta de encarnación, es un misterio universal; y todo esfuerzo para detectar el mecanismo de esta técnica de Sonarington está destinado a fracasar certeramente. Dejad que el conocimiento sublime de la vida mortal de Jesús de Nazaret penetre vuestras almas, pero no gastéis el pensamiento en especulaciones inútiles sobre cómo se realizó esta misteriosa encarnación de Micael de Nebadon. Regocijémonos todos con el conocimiento y la certeza de que tales logros son posibles para la naturaleza divina y no perdamos tiempo en conjeturas inútiles sobre la técnica empleada por la sabiduría divina para realizar estos fenómenos.

Los Autootorgamientos de los Hijos de Dios Paradisiacos

El Hijo Eterno es el eterno Verbo de Dios. El Hijo Eterno es la expresión perfecta del “primer” pensamiento absoluto e infinito de su Padre eterno. Cuando una duplicación personal o una extensión divina de este Hijo original sale en misión de autootorgamiento en forma de la encarnación mortal, se torna literalmente verdad que el divino “Verbo se hace carne”, y que el Verbo mora de este modo entre los seres humildes de origen animal.

Las Misiones Magisteriales

Antes de la aparición planetaria de un Hijo autootorgador, un mundo habitado es generalmente visitado por un Avonal Paradisiaco en misión magisterial. Si ésta es una visita magisterial inicial, el Avonal siempre se encarna como un ser material. Aparece en el planeta de asignación como varón maduro de las razas mortales, un ser plenamente visible y capaz de hacer contacto físico con las criaturas mortales de su día y generación. Durante la entera encarnación magisterial, la relación del Hijo Avonal con las fuerzas espirituales locales y universales es completa e ininterrumpida.

Las Acciones Judiciales

Los Avonales son conocidos como Hijos Magisteriales porque son los altos magistrados de los reinos, los adjudicadores de las dispensaciones sucesivas de los mundos del tiempo. Presiden el despertar de los sobrevivientes adormecidos, juzgan el reino, terminan una dispensación de justicia suspendida, ejecutan los mandatos de una edad de misericordia probatoria, vuelven a asignar las criaturas espaciales del ministerio planetario a las tareas de la nueva dispensación, y regresan a las sedes de su universo local en cuanto completan su misión.

Los Hijos Magisteriales

Cada vez que un concepto original y absoluto de un ser, formulado por el Hijo Eterno, se une con un ideal nuevo y divino de servicio amante concebido por el Espíritu Infinito, se produce un Hijo de Dios nuevo y original, un Hijo Magisterial Paradisiaco. Estos Hijos constituyen la orden de Avonales, en contradistinción con la orden de Micaeles, los Hijos Creadores. Aunque no son creadores en el sentido personal, están estrechamente asociados con los Micaeles en toda su tarea. Los Avonales son ministros y jueces planetarios, los magistrados de los reinos del tiempo y del espacio —de todas las razas, para todos los mundos, y en todos los universos.

Los Hijos de Dios Descendientes

Todos los Hijos de Dios descendentes tienen orígenes elevados y divinos. Se dedican al ministerio descendente de servicio en los mundos y sistemas del tiempo y del espacio, para facilitar allí el progreso en la ascensión hacia el Paraíso de las criaturas humildes de origen evolucionario: los hijos ascendentes de Dios. De las numerosas órdenes de Hijos descendentes, describiremos en estas narrativas siete de ellas. Aquellos Hijos que provienen de las Deidades en la Isla central de Luz y Vida se denominan los Hijos de Dios Paradisiacos y abarcan las siguientes tres órdenes:

Los Hijos de Dios Paradisiacos

EN CUANTO a su función en el superuniverso de Orvonton, los hijos de Dios se clasifican bajo tres encabezamientos generales: 

1. Los Hijos de Dios descendientes. 

2. Los Hijos de Dios ascendentes. 

3. Los Hijos de Dios trinidizados.

Los Ciudadanos del Paraíso

Residen en el Paraíso numerosos grupos de seres magníficos, los Ciudadanos del Paraíso. Puesto que no se ocupan directamente del plan del perfeccionamiento de las criaturas ascendentes volitivas, no son revelados plenamente a los mortales de Urantia. Existen más de tres mil órdenes de estas inteligencias excelsas. El último grupo fue personalizado simultáneamente con el mandato de la Trinidad que promulgara el plan de creación de los siete superuniversos del tiempo y del espacio. 

Los Nativos de Havona

Los nativos de Havona son la creación directa de la Trinidad del Paraíso, y su número está más allá del concepto de vuestras mentes limitadas. Tampoco es posible para los urantianos concebir las dotes inherentes de criaturas tan divinamente perfectas como estas razas de origen trinitario del universo eterno. Por ahora, no podréis contemplar a estas criaturas gloriosas; debéis aguardar vuestro arribo a Havona, y entonces podréis saludarlas como camaradas espirituales.

Espíritus Trinitarios Inspirados

Poco podré deciros respecto a los Espíritus Trinitarios Inspirados, porque pertenecen a una de las pocas órdenes de seres completamente secretas, secretas sin duda, porque no pueden revelarse plenamente, ni siquiera ante aquellos de entre nosotros cuyo origen está tan cerca de la fuente de su creación. Derivan su existencia de la acción de la Trinidad del Paraíso y pueden ser utilizados por una de las Deidades, por dos de ellas, o por las tres. No sabemos si el número de estos Espíritus está completo, o si está siendo incrementado constantemente, pero inclinamos a creer que su número no ha sido fijado.

Los Censores Universales

Existen exactamente ocho mil millones de Censores Universales. Estos seres singulares son el juicio de la Deidad. No reflejan meramente las decisiones perfectas, sino que son el juicio de la Trinidad del Paraíso. Ni siquiera los Ancianos de los Días pasan juicio a menos que sea en asociación con los Censores Universales.

Los Consejeros Divinos

Estos seres de origen en la Trinidad constituyen el consejo de la Deidad para los dominios de los siete superuniversos. No son reflejos del consejo divino de la Trinidad; son ese consejo. Hay veintiún mil millones de Consejeros en servicio, tres mil millones son asignados a cada superuniverso.

Los Perfeccionadores de la Sabiduría

Los Perfeccionadores de la Sabiduría constituyen una creación especializada de la Trinidad del Paraíso cuya función consiste en personificar la sabiduría de la divinidad en los superuniversos. Hay exactamente siete mil millones de estos seres, y mil millones están asignados para cada uno de los siete superuniversos.

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