Y para que vean que en México no nos quedamos atrás, hablemos del famoso caso de Gregorio “Goyo” Cárdenas, mejor conocido como “el Estrangulador de Tacuba”, quien a pesar de haber tenido una carrera homicida de sólo quince días, asesinó a cuatro mujeres. “El Goyo” es un homicida único: fue becado por una compañía petrolera, pasó 34 años en prisión, donde estudió química, psiquiatría y derecho, y fue absuelto por el presidente Luis Echeverría; al salir de la cárcel hizo carrera de abogado, protagonizó docenas de libros escritos por especialistas, se dedicó a la literatura y a la pintura, tuvo su propia radionovela, una película, y colaboró en una obra teatral que trataba sobre sus crímenes; registró su caso para cobrar los derechos sobre su explotación, y por si fuera poco, recibió hasta un homenaje en la Cámara de Diputados. Citando aquella canción de Alberto Cortez: “¡Qué maravilla, Goyo, qué maravilla!...”. Al parecer, en ningún país del mundo puede ocurrir algo similar.