Carlos Pellicer – Segador

El segador, con pausas de música,

segaba la tarde.

Su hoz es tan fina,

que siega las dulces espigas y siega la tarde.

 

Segador que en dorados niveles camina

con su ruido afilado,

derrotando las finas alturas de oro

echa abajo también el ocaso.

 

Segaba las claras espigas.

Su pausa era música.

Su sombra alargaba la tarde.

En los ojos traía un lucero

que a veces

brincaba por todo el paisaje.

 

La hoz afilada tan fino

segaba lo mismo

la espiga que el último sol de la tarde.



Fuente:
Español. Lecturas. 6° Grado, Ed. Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito, p. 91.

 

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