Hace apenas una década, el papel del emprendedor era todavía algo ambiguo; en tanto que sus roles y responsabilidades se limitaban entre un gerente de negocios y un agente de compra – venta de mercancías. Hoy, las cosas han cambiado radicalmente para dar paso a una nueva generación de empresarios capaces de desempeñar un papel protagónico dentro de la economía nacional e internacional.
El resultado es una “radiografía” del emprendedor, que destaca su lado activo, global y responsable. No importa si aún no has arrancado o si ya eres parte del mundo empresarial, a continuación descubre qué habilidades necesitas para abrirte paso en el mercado y adelantarte a los retos que están por venir este año. Recuerda que todas son esenciales y que en su carencia está quizá la causa de muchos fracasos.
Liderazgo.
El papel de un emprendedor es convocar a otras personas y convencerlas de formar parte de sus iniciativas. Dirigir a este grupo y atraer clientes es una de sus responsabilidades, pero también es valorada la capacidad de “comunicarse y aprender; escuchar y crear un equipo”, afirma Pilar Aguilar, directora general de Endeavor México, una aceleradora de negocios con red global. Y es que se líder no sólo significa tomar decisiones, sino crear y generar valor.
A decir de Rigoberto Acosta, master coach de negocios de Coach Latinoamérica, una consultora que ha asesorado a más de 3000 empresas, el liderazgo es una práctica diaria, un nivel de autoconfianza, a partir del cual se genera una visión de crecimiento y una conciencia para invertir en su propio negocio, prepararse como dueño y generar resultados. Por tanto, como dueño de la compañía, es clave estar constantemente desarrollando las habilidades de liderazgo para que la organización crezca.
En el caso de Carlos Camacho, fundador de Ecoshell, una empresa de empaques ecológicos fundada en 2009, comenzó a dirigir su propia empresa a una corta edad (22 años). Desde entonces se ha enfrentado a diversos desafíos y hoy sabe que un líder debe ser firme y tener una convicción objetiva de las metas que busca.
Networking.
“Ninguna empresa funciona en el vacío; de hecho, hay un estudio que realizó Credit Swiss, en el que revela que el networking (conexión entre redes de negocios) es una de las partes cruciales del éxito de todo emprendedor”, dice Pilar Aguilar. Toma en cuenta que vivimos en una era donde el desarrollo de redes de comunicación permite que el intercambio de perspectivas sea una plataforma obligada a crecer.
Como empresario tienes que ser capaz de aprovechar estas circunstancias y generar una red virtuosa de relaciones con proveedores, instituciones financieras, así como con tus pares, es decir, otros dueños de negocios. Para Carlos, quien ahora es uno de los organizadores del Premio al Estudiante Emprendedor, el networking debe ser el amuleto del emprendedor, ya que es la manera más rápida de potenciar su empresa. Es como una enfermedad: si no la comunicas, nunca te vas a poder curar.
Lo mismo sucede con las ideas, pues al comunicarlas, muchas veces se obtiene otra visión que puede ser la llave para implementar cualquier iniciativa. Por ejemplo, en Coach Latinoamérica cada tres meses reúne a un grupo de empresarios para compartir estrategias y analizar los resultados obtenidos a partir de su implementación. “Es cuando más se aprende”, asegura Rigoberto Acosta. “Un empresario no puede estar solo o estaría relegado del crecimiento”.
Movilidad.
Todo está cambiando a una velocidad impresionante. Dentro de este caos, el emprendedor actualizado es aquel que aprende a moverse y se desplaza más allá de los límites. De ahí la importancia de expandir tus conocimientos tecnológicos y dominar las nuevas herramientas de trabajo, desde dispositivos móviles hasta sistemas informáticos para controlar tu empresa de forma más efectiva.
Mientras que hoy la tecnología como la Internet de banda ancha permite la comunicación e intercambio de información desde cualquier lugar a gran velocidad, “el emprendedor debe cambiar su mindset (modo de pensar) constantemente”, apunta el coach. Para hacer frente al 2013, es preciso sumarse a esta tendencia “y crear una cultura de la movilidad en todo los miembros de tu equipo”, agrega el experto. A su vez, es preciso trascender las fronteras físicas y expandirse hacia otros mercados. Muchos empresarios sienten que este paso es muy complicado de dar, pero “se trata de una tendencia que hoy están retomando compañías latinoamericanas como Globant, una firma argentina de tecnologías de la información (TI), y que parte de una visión global de la empresa”, señala Pilar Aguilar.
Apertura al cambio.
Si bien cada vez más personas se animan a iniciar un negocio, emprender implica tomar riesgos. Aunque también requiere de una capacidad de anticipación, de visión a futuro. Un don que está íntimamente ligado a la capacidad para adaptarse a distintas situaciones y constantes cambios a través del tiempo.
“Las compañías se están redefiniendo todos los días, transformando su plan de negocios y aprendiendo de su entorno”, apunta la directora general de Endeavor, Esta habilidad se ve truncada por lo que el coach Rigoberto Acosta la identifica como una resistencia al cambio y al autoreconocimiento del potencial. “De hecho, me he dado cuenta de que la mayoría de los emprendedores que nos consultan tienen miedo a ser verdaderamente empresarios, a tomar riesgos”, aclara.
La única forma de trascender en esta era es analizar el contexto y transformarse, anticipándose a los cambios por venir. A decir del fundador de Ecosell, un emprendedor debe mantenerse a la vanguardia y obtener herramientas para tropicalizar su idea en otros mercados, a la vez que aprender claves útiles de otros países pata implementarlas es su lugar de origen. En este sentido, es esencial adaptarse rápidamente a los cambios, cosa a la que muchas grandes empresas aún se resisten.
Transparencia.
Parte del compromiso de ser el director de una organización implica compartir tu conocimiento con los demás, al tiempo que recibes retroalimentación. “Cuando compartes una idea, llegan diez. El emprendedor debe tener un nivel de humildad y honestidad que lo lleve a aportar a la comunidad y así recibir mayor valor por parte de la sociedad”, explica el coach ejecutivo.
Más que una cualidad, la transparencia llama a la acción, es decir, a participar activamente como conferencista y convertirse en un mentor, a ser una figura pública coherente con su misión de negocios y despertar en otros ese mismo espíritu emprendedor o, como lo llama Pilar Aguilar, “a ser un roll model (un modelo a seguir””, un ejemplo de historia de éxito.
Transparencia también implica aprender y mantenerse actualizado para poder cumplir el rol de un maestro o guía. Y es que, en palabras de Carlos Camacho: “Emprendedores hay pocos, pero les hace falta convertirse en mentores para llevar a cabo sus conceptos. Ser celoso con la información no es una manera de ayudar a la sociedad. Hay que generar en otros ideas para formar microempresarios que a su vez alimenten nuevas fuentes de empleo”.
Existen varias ideas equivocadas en torno a este concepto: una es que se refiere a la filantropía y otra que resulta muy caro para las empresas. Marloes van Beveren, directora de + Sustentable – una consultora de responsabilidad social especializada en PYMES – conoce bien estos estigmas y explica por qué se trata de una visión que todo emprendedor debería tenerla clara: “En realidad, es una estrategia de competitividad y protección contra los riesgos hacia el futuro”.
Primero, la RSE consiste en establecer un diálogo con los grupos de interés, es decir, empleados, proveedores y clientes para conocer su percepción del negocio. Las acciones pueden ser tan variadas como la experiencia acumulada por la propia empresa; así, por ejemplo, puede usar su conocimiento para proyectos sociales. Lo más importante es integrar todo esto dentro de la estrategia de la compañía y no vislumbrarlo como una acción aislada.
No obstante, todavía existen algunas PyMES que, incluso, no cumplen con los estándares de calidad que establece la ley, Por lo que, antes de tejer redes de negocios con otros actores del mercado, es necesario formar una base sólida de la cual partir. Considera que para convertirte en proveedor de diversas multinacionales, muchas veces ellas mismas requieren que la empresa cuente con una estrategia de responsabilidad social.
Ejecución.
Una vez que te concentras en desarrollar una iniciativa propia y adquieres las habilidades esenciales para emprender, es tiempo de concretar. “A diferencia de otras empresas, las exitosas son aquellas que tienen la capacidad de ejecutar y operar eficaz y eficientemente”, asegura Pilar Aguilar, quien propone sumar esta habilidad a la lista elemental. Y es que “el 80 % del éxito de una compañía depende del emprendedor, de su disciplina y enfoque”, sentencia la directora general de Endeavor.
Para muestra basta una anécdota: “me consultó una firma que tiene más de 30 años en el mercado; sin embargo, 2012 fue el peor de su historia, pues tuvo pérdidas millonarias. El problema era que los dueños perdieron el enfoque, cada uno trabajaba por su lado, no hubo seguimiento ni implementación de acciones. Por eso, hay que tener bien claras las metas y nunca perder el foco”, aconseja Rigoberto Acosta, de Coach Latinoamérica.
Fuente: Vive la Administración II, Progreso Editorial; Ana Santín – Radiografía del emprendedor 2013
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